La organización de defensa de los derechos de los consumidores FACUA ha vuelto a encender las alarmas ante una práctica que, según afirman, se va extendiendo a los lineales de los supermercados: la reduflación. Esta consiste en reducir la cantidad de producto en los envases, manteniendo o incluso aumentando el precio, sin informar de manera clara al consumidor. El último análisis publicado por la entidad pone el foco en varios aperitivos de la multinacional PepsiCo, como Lay’s, Ruffles, Doritos y Cheetos.
Según el estudio, el caso más flagrante es el de los Cheetos Gustosines. Este producto ha visto reducido su tamaño de 96 gramos en el año 2022 a solo 75 gramos en mayo de 2025. Pese a ofrecer menos cantidad, el precio ha pasado de 1,45 € a 1,64 €, lo que supone una subida del 44,8% si se compara el precio por kilo.
La tendencia se repite en otros aperitivos. El paquete grande de, por ejemplo, ha sido modificado varias veces: hace tres años contenía 295 gramos y costaba 2,89 €, mientras que el actual lleva 243 gramos y se ha encarecido hasta los 2,99 €. Un ajuste de 52 gramos menos con una subida de precio de 10 céntimos.
También las Lay’s en el punto de sal han sufrido un ajuste similar. La bolsa ha pasado de 282 gramos a 248, con un incremento de precio que lo sitúa en 2,69 €, en comparación con los 2,35 € de hace tres años. Esta reducción de 34 gramos y la subida de 34 céntimos representan, según FACUA, un aumento del 21,8% en el coste por kilo.
Los Doritos Tex-Mex tampoco se han salvado. El formato antiguo de 260 gramos ha sido sustituido por uno de 225 gramos, con un precio que ha subido de 2,89 € a 2,99 €. Todo ello implica un incremento del 19,5% en cuanto al precio por unidad de peso.
FACUA denuncia que estos cambios se han producido sin ninguna indicación clara en el etiquetado, lo que deja al consumidor sin herramientas para detectar fácilmente la reducción de contenido. La entidad exige al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 que impulse una reforma legislativa que obligue a los fabricantes a informar explícitamente y durante un periodo amplio sobre cualquier cambio en el peso o volumen de los productos, especialmente cuando estos conllevan un incremento de precio.
La asociación ya había denunciado casos similares en productos alimenticios y dulces navideños durante los últimos años, alertando de que esta práctica se está convirtiendo en una estrategia habitual entre muchas marcas.
