La 17ª edición de la Escuela de Pastores ha comenzado en Enviny, en El Pallars Sobirà, con 15 alumnos (10 chicas y 5 chicos). La cifra de inscritos demuestra edición a edición que el interés de las chicas por aprender el oficio de pastor no para de crecer. Mientras en la primera edición había sólo 5 chicas, con los años esta cifra se ha doblado. Las inquietudes de los alumnos también han cambiado con los años y ahora el mayor interés es por hacer de pastores de montaña, formación que se ampliará esta edición. A pesar de encontrar trabajo el 70% de los alumnos cuando salen de la Escuela el principal reto que tienen que afrontar sigue siendo el acceso a la tierra y a una vivienda cerca de la granja. El relevo generacional también preocupa al sector.
Las clases, que durarán unos 6,5 meses entre teóricas y prácticas, han comenzado este enero en Enviny, en El Pallars Sobirà.
Pastores de montaña
La directora de la Escuela de Pastores, Laia Batalla, ha explicado que este año ampliarán la formación del módulo de pastores de montaña con contenido adaptado al cambio climático. Esta asignatura la incorporaron al currículo de la Escuela de Pastores hace tres años al detectar que la mayoría de alumnos se acaban dedicando a los veranos a hacer de pastores en la montaña con agrupamientos de ganados de ovejas o vacas.
Los aspirantes a pastores aprenderán a gestionar los pastos, seguridad en la montaña, manejo del ganado, orientación, meteorología, agrupamiento de ganados, cargas ganaderas o perros de ensueño.
Para ampliar esta formación la Escuela de Pastores forma parte del proyecto Europeo Ecopastos con el objetivo de ir hacia una ganadería extensiva más sostenible. Formarán a los futuros pastores para hacer una gestión eco-pastoral de las montañas que conserve la biodiversidad y se adapte y mitigue los efectos del cambio climático.
Quince alumnos
Ona Marminyà tiene veinte años, es de Sant Llorenç Savall (Vallès Occidental) y es uno de los quince inscritos de la Escuela de Pastores. Marminyà ha explicado que se ha apuntado al centro para ampliar los conocimientos para poder llevar una pequeña granja de ovejas. Hace unos meses estuvo ayudando a un pastor en las tareas diarias que conlleva tener un rebaño y le gustó tanto la experiencia que decidió apuntarse a la Escuela. La alumna ha dicho que quizás antes de crear su propia granja optará por ayudar a algún otro campesino para coger experiencia.
Batalla ha detallado que de los alumnos que pasan por la Escuela de Pastores casi un 70% se dedican al sector primario.
Cada vez hay más referentes femeninos y su visualización ha contribuido al aumento de alumnos mujeres en la Escuela, según la directora.