El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vilanova i la Geltrú ha dejado sin recorrido una parte clave de la demanda interpuesta por Rosa Peral contra Netflix y la productora Arcadia Motion Pictures, por el retrato que hace la serie El cuerpo en llamas sobre el conocido “crimen de la Guardia Urbana”.
La razón del archivo parcial es jurídica pero contundente: Peral no tiene la patria potestad de su hija menor y, por tanto, no puede ejercer acciones legales en su nombre. El juzgado ha dado la oportunidad al padre de la niña, quien sí tiene la custodia legal, de sumarse al procedimiento, pero éste no se ha presentado, ni se ha pronunciado. De este modo, la demanda continúa sólo en nombre de Peral y excluye cualquier reclamación en representación de la menor.
Una batalla legal multimillonaria
La reclusa, condenada a 25 años por el asesinato de su pareja y compañero en la Guardia Urbana en 2017, mantiene una demanda por vulneración de derechos fundamentales: el honor, la imagen y la intimidad. Según la defensa, la serie la retrata de una manera que la hace “plenamente identificable”, y denuncia que su hija también aparece representada sin autorización.
Peral reclama un total de 30 millones de euros, con una insólita fórmula de cálculo: 26,6 millones para su hija —a razón de 1 euro por cada hora de reproducción mundial de la serie— y 2,6 millones para ella —a 10 céntimos por hora visualizada.
Respuesta de Netflix y próximos pasos
Por su parte, Netflix defiende que la serie es una ficción inspirada en hechos reales y que ha hecho uso de nombres ficticios, rasgos físicos no coincidentes con los reales y elementos narrativos creativos. Según la plataforma, la presencia del personaje de la hija es anecdótica y no esencial en la trama.
La defensa de Peral, ya ha interpuesto un recurso ante la Audiencia de Barcelona para intentar que se reabra la parte del caso relacionada con la menor.
