Este miércoles 11 de junio, más de 44.200 estudiantes de Cataluña han iniciado las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) de este año, una edición marcada por importantes cambios en el formato de los exámenes, y en los criterios de corrección, especialmente con respecto a la ortografía.
Este año, los alumnos se enfrentan a una nueva estructura de examen más unificada y con menos opciones para elegir a la hora de resolver los ejercicios. Esta reducción de la opcionalidad, se da porque las materias tendrán un único modelo de examen con preguntas obligatorias, y un límite de preguntas cerradas que no superará el 30% del examen.
Las pruebas, que se prolongarán hasta el viernes 13 de junio, han iniciado a las 9:00 h con el examen de lengua castellana y literatura, seguido de una jornada de materias diversas.
Una convocatoria récord
Con 44.238 inscritos, esta convocatoria marca un cuarto récord consecutivo de alumnos matriculados en las PAU, tras superar la barrera de los 42.000 en la convocatoria anterior. La mayor parte de estos estudiantes provienen de segundo de bachillerato (33.904 alumnos), pero destaca el incremento de matrícula de estudiantes de ciclos formativos de grado superior (5.267) que se examinan de materias específicas.
Cambios en la evaluación de la ortografía
Uno de los cambios más polémicos de este año es la aplicación de una corrección estricta en materia de ortografía. El Departamento de Universidades confirmó que las faltas de ortografía penalizarán en las pruebas de lengua catalana y castellana, con una descalificación de hasta dos puntos. Además, la penalización también se aplicará en otras asignaturas como latín, griego, geografía, historia de la filosofía y literatura dramática, con un máximo de 1 punto. Esta medida ha sido motivo de debate, ya que el Departamento introdujo cambios comunicativos durante los últimos meses, inicialmente anunciando que sólo se tendría en cuenta en las materias de lengua.
Los estudiantes que presenten necesidades educativas específicas (NESE) o trastornos del lenguaje, como la dislexia, podrán tener una corrección más flexible, con una reducción del 20% de las faltas por corrección ortográfica.