El expresidente de la Generalitat Artur Mas y el ex alcalde de Barcelona Xavier Trias han considerado que fue un error disolver Convergència Democràtica de Catalunya. “Probablemente la conclusión es que no hacía falta”, dice Mas a El Periódico con motivo del 50º aniversario del nacimiento de CDC. Trias de su banda cree que la disolución fue un “desastre” y un “grave error“. “Vamos a matar al partido que mejor representaba lo que es este país y, haciéndolo, vamos a hacer un favor a nuestros adversarios“, declara. Por su parte, el expresidente Jordi Pujol hace un balance “positivo” de CDC en El Punt Avui y defiende que fue “positivo” para el país. Añade que de su legado como presidente ha quedado “mucha cosa” pero “desfigurada” por “errores” suyos.
Mas cree que la confesión del expresidente Jordi Pujol “sacudió los cementos” del partido, pero destaca que más tarde se ha sabido que había una “operación del Estado” para cargarse “lo que no podía ganar democráticamente en las urnas”. Por otro lado, apunta que Junts puede acabar representando el legado de Convergència, “actualizado”, pero afirma que todavía hay quien sigue “sintiéndose huérfano”.
Por su parte, el expresidente Pujol afirma que la política que hizo al frente de la Generalitat, y de CDC, durante 23 años fue en conjunto “constructiva” y “colectiva”. Por todo ello, se siente “orgulloso“, dice que en Cataluña ha habido progreso social y económico y de conciencia nacional. En este sentido, defiende que lo que se hacía desde Cataluña “era bueno también para España” y afirma que desde Cataluña se debe tener una “actitud positiva” hacia los problemas generales de España.
El expresidente afirma que el tema que más le preocupa actualmente es el catalán y cree que el momento más hostil hacia la lengua catalana desde España fue el impulso de la ley educativa del exministro José Ignacio Wert. Para Pujol, la causa que mejor explica la situación actual del catalán es que durante los últimos 10 años no se ha considerado internamente el catalán como el hecho más destacable de la configuración de la identidad catalana.
Por otro lado, se muestra “escéptico” con la propuesta de financiación singular y dice que habrá que esperar si el Gobierno consigue “nada más sólido y duradero” de lo que se ha ido consiguiendo ante la “radical oposición de toda España” y de la mayoría de fuerzas políticas al concierto económico.
Rull y Turull no concretan si la desaparición de CDC fue un error
El secretario general de Junts y quien fue miembro de la ejecutiva de Convergència, Jordi Turull, afirma que si fue un error o no disolver CDC es un “debate estéril” porque es algo hecho. “Cuántas cosas no habrían pasado si Convergència no hubiera puesto al país por delante de las siglas”, valora.
Para el actual presidente del Parlament, Josep Rull, Convergència fue “el mejor instrumento” para una primera vocación de autogobierno y considera que el independentismo necesita un nuevo instrumento de “expresión mayoritaria” para otro propósito, el del estado propio. Para Rull, Junts representa “lo mejor” de Convergència pero con voluntad de acoger expresiones diferentes del catalanismo.
Por su parte, la portavoz de CDC entre 2015 y 2016 Marta Pascal también cree que fue un “grave error” disolver Convergència y añade que faltó una “ambiciosa actualización” de liderazgos y del programa político. “Pero no suicidarse, como hizo”, declara. Pascal no considera que Junts represente el legado de Convergència.
La que fue presidenta y vicepresidenta del PDECat Neus Munté reflexiona que la disolución del partido es una decisión que “debería haberse madurado mucho más” y cree que se podrían haber hecho cambios profundos sin enterrar las siglas. “Reconocer el error y hacer el propósito de enmendarlos habría sido mejor”, dice a El Periódico.