El Colegio de Educadores y Educadores Sociales de Cataluña ha alertado de que el caso de la menor custodiada por la FGSHSCSP violada y prostituida “no es una excepción”. El colectivo asegura que “hace demasiado tiempo” que “desde diversos espacios profesionales” se alerta de “deficiencias estructurales” en el sistema y de “falta de recursos y reconocimiento” a los equipos profesionales. En este sentido, reclaman que se reconozca la labor de los educadores que “supieron detectar indicios de abuso”. El colegio subraya que es necesario un “cambio profundo” en las políticas de infancia y adolescencia. Al mismo tiempo exige que el “relato mediático” que se está haciendo del caso no coloque “de nuevo a la víctima en el foco” y que señale “con claridad la responsabilidad de los agresores”.
En un comunicado, el colegio opina que “hay que pasar de un enfoque de protección reactiva a una mirada comunitaria, de trabajo preventivo y centrada en los derechos”. También reclama “presencia estructural” de los educadores sociales en espacios “clave” donde “se construyen vínculos y se detectan a tiempo las vulnerabilidades”, como los servicios sociales, los servicios de intervención socioeducativa, los centros educativos, los proyectos de ocio educativo, las actividades deportivas o los espacios de participación infantil y juvenil, entre otros.
Al mismo tiempo reclama más recursos económicos, ampliación de ratios y estabilidad en los equipos técnicos (así como la sustitución inmediata del personal de baja), protocolos “claros” y una “apuesta política clara y real” por el cuidado de los niños y adolescentes y de los trabajadores que tienen la responsabilidad.