La cantante catalana Aitana ha dado hoy el pistoletazo de salida a una nueva etapa musical con el lanzamiento de su cuarto disco de estudio “Cuarto Azul”. Tras el éxito del primer disco “Alpha” (2023), “11 de razones” (2020) y Spoiler (2019), Aitana revela un álbum lleno de emociones crudas, vulnerabilidad y mucha personalidad, acompañada por una impresionante galería de colaboradores internacionales como Myke Towers, Danny Ocean, Jay Wheeler, Alaska, Kenia OS, Ela Taubert y Barry B.
Una nueva era: “Cuarto azul” como refugio emocional
Con “Cuarto azul”, Aitana abre las puertas a su mundo más íntimo, un universo en el que la tristeza y la superación se funden a través de 19 canciones que exploran los altos y bajos de una vida marcada por el amor, el desamor y el proceso de encontrarse a uno mismo. El disco, que se ha publicado a través de Universal Music, ha sido una evolución natural después de un año de reflexión e introspección.
A diferencia de sus trabajos anteriores, que se caracterizaban por un estilo más diverso y variado en términos de géneros musicales, “Cuarto Azul” se construye como una crónica emocional, un reflejo de la vida real de la propia Aitana. “La realidad es que en este disco no me he inventado nada, es tal cual la vida, tal cual lo que me ha pasado”, explicó Aitana en la Listening Party que celebró el pasado 27 de mayo en el Movistar Arena de Madrid, donde desveló en exclusiva el disco a sus seguidores. La cantante subrayó también que este álbum es el más personal y vulnerable hasta la fecha.
Las colaboraciones: un enriquecimiento sonoro y emocional
En “Cuarto azul”, las colaboraciones juegan un papel fundamental, aportando una gran variedad de sonidos y emociones. Destaca la participación de Myke Towers en Sentimiento natural, una fusión de pop y reggaeton que nos recuerda los momentos más seductores de la cantante. También podemos escuchar a Danny Ocean en Hoy es tu cumpleaños, un tema que toca la nostalgia de una relación pasada, o a Jay Wheeler en Duele un montón despedirme de ti, una pieza que sigue el camino de la nostalgia y el dolor de un adiós. También el tema EX EX EX, con Kenia OS, está siendo uno de los temas más destacados en las redes. Además, la participación de Alaska en La chica perfecta es una de las más destacadas, donde Aitana y la veterana cantante enfrentan los estereotipos de la perfección y reivindican la autenticidad.
El álbum como una metáfora de la luz y las sombras internas
Aitana ha explicado que “Cuarto azul” sigue una estructura en dos partes. La primera dedicada a la oscuridad, que refleja una etapa difícil en la que predominan la tristeza, el desamor y la confusión. Canciones como 6 de febrero, ¿Para qué volver? o Cuando hables con él, son una muestra clara de sus experiencias más emocionales, profundas y personales. En cambio, a mitad del álbum encontramos un interludio llamado Luz del mañana, y por lo tanto, esta segunda parte se centra en la luz, donde la cantante catalana encuentra una nueva esperanza y por fin, está mejor anímicamente. En temas como Superestrella, se puede ver como Aitana empieza a dejar atrás la oscuridad para encontrar su lugar y estar bien.
Esta diferenciación temática también se ve reflejado en el diseño físico y visual del proyecto.
Un disco de transición emocional: del dolor a la superación
Uno de los momentos más destacados del álbum es la canción Cuarto azul, que da nombre al álbum. Aitana compartió que esta pieza nació en una noche de insomnio mientras pasaba por un proceso diagnosticado de depresión. A través de su lírica, la cantante explora la desesperación y la búsqueda de sentido, convirtiéndose en una de las baladas más profundas y emotivas de su carrera. Asimismo, Desde que ya no hablamos y De 1 beso a 2 besos también son ejemplos claros de cómo el artista explora sus emociones tras las relaciones y el dolor que conlleva la ruptura.
A medida que el disco avanza, la emotividad se transforma en fuerza, y temas como En el centro de la pierna o la vida psíquica hacen evidentes el cambio de perspectiva del artista, que empieza a ver la vida desde una óptica más positiva y renovada.
Un disco que define una nueva etapa
Con “Cuarto azul”, Aitana no sólo ha conseguido un nuevo sonido, sino también una nueva identidad artística. El álbum es un viaje emocional, una montaña rusa que alterna entre la luz y la sombra, entre el dolor y la esperanza. Esta obra llega en un momento de gran madurez para Aitana, que ha conseguido crear un álbum honesto y auténtico, reflejando no sólo sus vivencias personales, sino también su evolución como persona y como artista.