Los Mossos d’Esquadra han desmantelado este jueves una plantación de marihuana en una casa de Montclar, en Les Garrigues, y han detenido a un hombre de 31 años como presunto autor de un delito contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal. El arrestado era la única persona que había en la casa y la policía no descarta más detenciones. Durante el allanamiento, los agentes encontraron, en dos espacios habilitados, 205 plantas de marihuana en una fase inicial de floración y 24 kilos y medio de cabellos secos envasados al vacío provenientes de cosechas previas. El valor de la droga intervenida sería de unos 45.000 euros al por mayor y llegaría a los 150.000 euros en la venta al consumidor final, según los Mossos.
La investigación comenzó a raíz de una información que apuntaba que se estaría cultivando marihuana en una casa de la calle de la Bassa de este pueblo de Les Garrigues. Los agentes revisaron el lugar y observaron que la casa desprendía un fuerte olor a marihuana, tenía las ventanas bloqueadas y las puertas reforzadas, se sentían ruidos de compresores y tenía la luz pinchada.
Los Mossos iniciaron una serie de vigilancias para detectar vehículos y personas para recopilar más información y poder establecer relaciones con otras personas investigadas que formarían parte de un grupo criminal. Finalmente, a primera hora de este jueves desplegaron un operativo para acceder a la casa con agentes del ARRO, seguridad ciudadana y del grupo de investigación de Mollerussa.
Según la información recopilada por los investigadores, la casa hacía un año que estaba alquilada y tenía siete espacios preparados para el cultivo de marihuana. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones. Por su parte, el detenido pasará próximamente a disposición judicial ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia de Lleida.
Una comarca atractiva para los grupos criminales
Las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas han visto en comarcas como Les Garrigues, poco pobladas y con núcleos dispersos, una zona aparentemente segura para hacer cultivos de marihuana. Los Mossos hace tiempo que han detectado que los grupos criminales que se dedican a esta actividad delictiva y antes estaban establecidos en zonas costeras, se han ido desplazando hacia pueblos del interior.
