Más de 500 personas disfrutaron el sábado de la jornada “Renaturalizamos: Parque de las Balsas” para descubrir la transformación del emblemático espacio natural, que encara la recta final de las obras de renaturalización, enmarcadas dentro del proyecto URBAN-NAT Lleida de los fondos NextGeneration.
El acto, que coincidió con la carrera de bomberos infantil, reunió a numeroso público familiar así como asistentes interesados en conocer más profundamente las diferentes actuaciones que se están llevando a cabo en el parque, que tienen como objetivo ampliar, mejorar y consolidar la masa vegetal, para promover el contacto con la naturaleza con las nuevas áreas de descanso, paseo y observación en el ámbito de 5,7 hectáreas donde estaban las antiguas piscinas.
El alcalde, Félix Larrosa, junto con la concejala de Agenda Urbana y Espacio Agrario, Begoña Iglesias, compartieron un rato con los y las participantes en la plantada y las diversas actividades de ocio que se han dado de forma simultánea. Larrosa avanzó que se está trabajando con la previsión de que en el Pleno de abril “llevaremos la licitación de un nuevo centro de atracción turística, que puede dar pie a la implantación de un camping”. Asimismo, el alcalde manifestó la posibilidad de que haya bungalows, mobile hombres y una pequeña área de servicios vinculados a esta actividad. “Queremos que se haga un buen proyecto. Las Balsas están muy cerca de la ciudad y de la variante norte, y eso es una gran oportunidad para complementar de forma notable la oferta turística que tenemos en estos momentos en la ciudad”, dijo.
Larrosa también destacó la dimensión histórica, medioambiental, social, educativa y cívica del Parque, y añadió: “La voluntad del gobierno municipal es facilitar, además, la comunicación con otros espacios de la ciudad con las mismas características que ya prevé el POUM”, en referencia a los senderos y rutas verdes que deben permitir “avanzar hacia una ciudad más saludable”.
La jornada arrancó previamente con una pedalada, que ha salido a las 9 de la mañana desde el Campo de Deportes haciendo el recorrido de 7 kilómetros hasta el parque.
Fue a partir de las 10 de la mañana cuando se inició la actividad central de la jornada: las visitas guiadas por el nuevo entorno renaturalizado. En grupos de 35 personas por visita, técnicas de la concejalía de sostenibilidad, explicaron las actuaciones que se están llevando a cabo en el parque: limpieza del espacio para convertirlo en un refugio de biodiversidad y espacio de ocio al aire libre para la gente, mejorando la vegetación, diversificando las especies y creando un mosaico de ambientes y de comunidades vegetales similares a las del entorno (con árboles, arbustos, hierbas, y plantas trepillas, entre otros).
Todo ello, favoreciendo la presencia de fauna creando zonas de refugio, introduciendo plantas que ofrezcan fruto para atraer a polacos. Además, se explicaron algunos ambientes nuevos que se pueden encontrar, como las balsas naturalizadas, el bosque de ribera, el jardín sensorial o los muros de piedra seca. En este sentido, cabe destacar la adecuación del espacio para la ciudadanía con nuevas zonas de estancia y caminos o fuentes. Esta explicación fue acompañada de más información relacionada con el proyecto URBAN-NAT Lleida de renaturalización, adaptación al cambio climático y mejora de la biodiversidad que se está haciendo en el conjunto de la ciudad, como Río Ebro, avenida Fleming o la Seu Vella, entre otros.
La visita guiada también contempló una parte donde se hizo un repaso de la historia del parque y su vinculación con la sociedad leridana. Aunque en el imaginario colectivo destacan las piscinas, inauguradas en 1961, el origen del parque se sitúa en el año 1901, cuando se crearon las balsas para acumular y almacenar agua para mejorar la calidad de agua de boca. En este viaje al pasado, también se puso de relieve la importancia del espacio para el ocio de los leridanos y leridanas durante sus años de esplendor (de los 60 a los 80) así como su gran valor medioambiental. El complejo de las piscinas cerró definitivamente en el año 2003.
La visita guiada finalizó con la plantación popular de más de 500 plantas arbustivas, herbáceas y pinos y garrices, presentados en alvéolo forestal de tamaño pequeño. Las plantaciones se han distribuido en dos espacios (en el acceso norte del parque y en la parte sur) que crearán dos comunidades vegetales similares a las que se pueden encontrar alrededor del entorno del parque.
Entre las especies plantadas, que se adaptan al clima de Poniente, están el Listón (Brachipodum phoenicoides), la Botja de escobas (Dorycnium pentaphylum), la Ginesta (Spartium junceum), el Pino blanco (Pinus halepensis) y el Garric (Quercus coccifera).
En paralelo, la jornada también incluyó otras iniciativas como un taller de Taitxí, espacio de juegos a cargo de Tombs creativos; un photocall interactivo, creado por el artista leridano Matías Tolsa y Joan Domingo y una chocolatada. Además, se habilizó un espacio colaborativo, “Los recuerdos del Parque de las Balsas”, donde los asistentes llevaron fotografías antiguas del histórico parque, para compartir con todo el mundo sus recuerdos y vivencias. Todo ello para acompañar una muestra del Archivo de Lleida. También se celebraron dos talleres, de rol y de experimentos, sobre el ciclo de agua y medidas de ahorro, para los más pequeños de casa, con la colaboración de Aqualia.
Las obras de renaturalización del Parque de Las Balsas, iniciadas en marzo de 2024, han entrado en su fase final, con previsión de finalizar en abril. La intervención se ha centrado en lixiviar y naturalizar para enriquecer la biodiversidad. Para conseguirlo se han recuperado espacios que no eran permeables y se ha priorizado la diversificación de las especies de árboles y arbustos, eligiendo otras autóctonas con buena adaptación al clima de Lleida; la mejora de los suelos degradados; la sustitución de los césped de alto consumo hídrico por prados naturales; la mejora de la gestión de la poda; e implantar la gestión integrada de plagas; entre otros. En total, durante la actuación en el espacio, se han plantado 171 árboles de especies autóctonas adaptadas al clima y más de 7000 arbustivas, herbáceas y enredaduelas.
El espacio cuenta también con una lámina de agua de 1.870 metros cuadrados, con una balsa de riego y una balsa naturalizada. Este espacio promueve la presencia de anfibios, libélulas, insectos acuáticos y vegetación aguadosa, aportando nuevos valores estéticos, paisajísticos y de biodiversidad al parque.
Esta jornada se enmarca en el proyecto URBAN-NAT Lleida, de renaturalización, adaptación al cambio climático y mejora de la biodiversidad de la zona urbana y periurbana de Lleida, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea-Next GenerationEU.
