La secretaria general de Esquerra Republicana en funciones, Marta Rovira, se ha despedido esta noche desde la sede del partido después de 13 años al frente del cargo. Rovira ha dicho adiós ante un buen puñado de personas que le han acompañado durante su despedida como secretaria general del partido, y que se acabará formalmente con la celebración del Congreso Nacional del próximo 30 de noviembre, donde se elegirá la nueva candidatura. Algunos de los dirigentes políticos que se han visto en la sala han sido Pere Aragonès, Marta Vilalta, Raquel Sans o Carme Forcadell, quien ha dado pie a Rovira con unas palabras de agradecimiento.
Durante su discurso, Rovira ha hecho un balance de los hitos más destacables durante su carrera política en el grupo independentista. Pero sobre todo ha hecho un especial énfasis sobre el momento más ‘incierto’ y convulso que atraviesa actualmente Esquerra. Al respecto, Rovira ha pedido a la próxima dirección de ERC que ’empiece a trabajar para confrontar ideas y dejar de atacar a personas para que piensen diferente’. Finalmente, Rovira también ha enviado un mensaje al Presidente de ERC, Oriol Junqueras, cuando le ha instado a rehacer confianzas. “Este proyecto lo vamos a empezar juntos y todavía estamos a tiempo de acabarlo juntos, y no separados y divididos”.
Durante su discurso, Rovira ha anunciado que ya ha pedido reunión a Junqueras para hablar de las discrepancias y de los momentos más tensos que se han atravesado durante estos meses. De hecho, ha reconocido que desde que regresó del exilio este verano, ‘sólo se han visto diez minutos’. A pesar de dedicar parte de su parlamento a reivindicar la cohesión y unión que hace falta dentro de ERC, Rovira también ha mencionado ‘el juego sucio de compañeros de lucha’, sin decir nombres concretos.
Dibujo de los 13 años de carrera
Tras comentar los momentos más importantes de su carrera política, Rovira ha reconocido que la vuelta del exilio ‘no ha sido como lo esperaba’, sobre todo por los malos resultados en el 12-M, la ruptura del movimiento independentista y, especialmente, debido a la delicada situación que ha atravesado y aún atraviesa ERC. “Hasta ahora había decidido no decir nada, por responsabilidad. Porque creía que lo mejor que podía hacer para no escalar la situación era callar y dejar pasar la tormenta hasta el Congreso”, ha dicho.
Pero al final ha aprovechado esta oportunidad también para contradecir y negar las suposiciones que se han hecho sobre la posible ‘estructura B’ de ERC, que durante estas últimas semanas ha estado en el foco. En todo caso, en un ejercicio de autocrítica, la secretaria General también ha hablado de los temas más ‘crudos’ relacionados con el partido, tal y como ocurrió el pasado julio con el caso de los carteles del Alzhéimer contra Ernest Maragall. “Quiero volver a pedir las más sinceras disculpas. Nunca se puede asumir una campaña de contraste que vaya en contra de los principios éticos”, ha afirmado.
