La rábana ilegal que se ha celebrado este fin de semana en una antigua zona minera de Seròs (Segrià) ya se ha disgregado sin incidentes en las últimas horas.
Los Mossos d’Esquadra empezaron a controlar los accesos para evitar que se sumara más gente el sábado por la noche y en el momento de mayor afluencia se reunieron unas 300 personas. El domingo durante el día había un centenar de vehículos y con el paso de las horas los participantes en la fiesta fueron marchando.
Los Mossos hicieron una cincuentena de pruebas de la alcoholemia y drogas y detectaron tres positivos no administrativos.