Si a primera hora les informábamos de la muerte del ex One Direction Liam Payne, al precipitarse del tercer piso del hotel Casa Sur, en Buenos Aires, van apareciendo más detalles de la espiral de acontecimientos que llevaron al artista a suicidarse.
Parece que Payne estaba en la Argentina desde principios de mes, cuando llegó con su pareja, la modelo Kate Cassidi que, precisamente, había regresado a Estados Unidos pocos días antes.
La Policía de Buenos Aires no habla abiertamente de suicidio, pero da por cierto que el cantante murió al precipitarse del balcón de su habitación de hotel, en la tercera planta, cayendo al patio del patio de luces donde murió prácticamente en el acto.
Poco después del deceso de Payne han comenzado a circular viralmente audios con supuestos testimonios de trabajadores del hotel que ayudan a entender las últimas horas del cantante y el porqué de su drástica decisión.
Uno de los trabajadores habla con un amigo explicándole el errático comportamiento del cantante, que se había quedado solo en el hotel después de que se marcharan la pareja y el representante.
“Mañana también trabajo, pero ha estado una semana en el hotel. Bien… Drogadicto, alcohólico… Todo. Penjo, pero enfermo”, explica el empleado del hotel.
Tan pronto como el representante lo dejó solo, fue como un detonante para el músico, que habría sido presa de la ansiedad. “Intentó conseguir droga, no conseguía… No le hicieron puto caso, llamó a dos prostitutas, rompió la tele de la habitación, las megas le montaron un escándalo porque no las quería pagar” .
En la llamada al teléfono de emergencias por parte del encargado del hotel Casa Sur también se muestran algunos de los últimos comportamientos de Payne: “Tenemos un huésped que está sobrepasado de drogas y alcohol, y cuando está consciente, lo rompe todo. Está rompiendo toda la habitación y necesitamos que envíen a alguien, si os gusta”, explica el encargado.
“Necesitamos que nos envíen a alguien urgentemente. Yo no sé si corre riesgo la vida del huésped, pero es en una habitación que tiene balcón y bien, estamos un poco con miedo de que haga algo que lo ponga en riesgo” apunta el encargado a Emergencias. Demasiado tarde. Poco después, ya es historia, los servicios de emergencias encontraban el cuerpo sin vida de Liam Payne en el patio del patio de luces del hotel. El cantante se había dejado arrastrar por la espiral destructiva que marcó las últimas horas de su vida.
Ahora es el turno de la Policía Metropolitana de Buenos Aires, la cual deberá determinar con pruebas y con la ayuda de la autopsia, si la muerte de Payne ha sido, efectivamente, autoinfligida. Otra estrella de la música que se apaga de la misma manera.
Si tenéis ideas suicidas o conocéis a alguien que sospecho que la tenga, llame al 061, una voz contra el suicidio. #TrioLaVida
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