La Guardia Urbana de Lleida ha realizado un total de 54 actuaciones con drones en los últimos ocho meses después de que seis agentes se formaran para poder pilotarlos y actuar en caso de robos para reforzar la seguridad. Precisamente, la mayoría de vuelos se han llevado a cabo en l’Horta de Lleida, una de las zonas donde la seguridad se ha incrementado más en los últimos meses, dentro de las acciones incluidas en el Plan de Actuaciones por prevención de robos en esta zona de la ciudad.
De los 54 vuelos que se han realizado este año, 50 han estado en l’Horta de Lleida, uno en el Parc de la Mitjana, uno en el Turó de Gardeny y dos se han realizado en colaboración con otros cuerpos de seguridad.
Los dos drones pueden volar hasta 120 metros de altura, límite que fija la normativa, y con velocidades de más de 16 m/s. Tienen un dispositivo que permite hacer el seguimiento desde el aire de personas y vehículos, además de grabar vídeo o hacer fotografías. Además, uno de ellos dispone entre otras prestaciones más avanzadas también de cámara térmica, que permite detectar, incluso de noche y en condiciones de visibilidad limitadas, cualquier fuente de calor.
La vigilancia policial con estos dos drones es una de las medidas que prevé el Plan de Actuaciones para prevención de robos en L’Horta y, al mismo tiempo, está vinculada a los objetivos y las acciones que marca el Plan Local de Seguridad que se aprobó el pasado mes de marzo.

Otras actuaciones de la Guardia Urbana

La Guardia Urbana de Lleida ha realizado 18 controles a vehículos que realizan transporte escolar y de menores. Esta actuación se enmarca dentro de la campaña que se ha llevado a cabo esta semana en coordinación con el Servicio Catalán del Tráfico y el resto de policías de tráfico.
Durante este dispositivo específico se han realizado controles en La Guingueta, partida Raimat, carretera de Menàrguens y partida Pla de Monsó. Los dispositivos se han desarrollado, especialmente, durante los horarios de entrada y salida de los centros educativos con el objetivo de controlar que los vehículos que realizan el transporte escolar cumplen todos los requisitos de seguridad y condiciones administrativas. En total, se han detectado nueve infracciones de carácter leve.
Las inspecciones que se han llevado a cabo se han centrado en aspectos como tener la autorización específica para hacer transporte escolar, la utilización del cinturón de seguridad o SRI, disponer de una plaza o asiento para cada menor, cumplir las paradas o itinerarios fijados, acompañante de transporte escolar, acompañante de transporte a centros de educación especial, reservar las plazas próximas a las puertas de servicio para personas con movilidad reducida. También se han inspeccionado cuestiones relativas a los vehículos como su antigüedad, que tenga las prescripciones técnicas sobre accesibilidad de personas con movilidad reducida, la obligación de suscribir los seguros preceptivos, rótulo indicativo de transporte escolar, la ficha técnica con sello de transporte escolar y de revisión ordinaria vigente.
El objetivo final de esta campaña específica es garantizar la seguridad del transporte de menores y comprobar que se cumplan todos los aspectos que requiere este tipo de transporte.