La contaminación del agua de boca que se ha detectado en los pueblos pallareses de Solivella (Alt Àneu) y Peramea (Baix Pallars) es por nonilfenol, un componente químico peligroso para el consumo humano y que está vinculado a los detergentes industriales.
Después de que los respectivos ayuntamientos se han visto obligados a prohibir temporalmente el consumo en estos núcleos., tanto para beber como para cocinar, la Diputación de Lleida ha anunciado que pagará, por vía de urgencia, los gastos de suministrar agua potable a los vecinos afectados hasta que no se certifique que el agua vuelve a ser apta para el consumo humano.

El Servicio de Aguas de la Diputación de Lleida volvió a recoger ayer muestras de agua de las redes de distribución, las cuales se enviaron a analizar al Departamento de Salud de la Generalitat.
El diputado de Salud Pública, Òscar Martínez, contactó ayer con las alcaldes para ponerse a su disposición, ya que “estamos obligados a garantizar la salud de nuestros convecinos. y entendemos que ante esta urgencia debemos poder acompañar a los consistorios en un gasto sobrevenido durante los días que sea prudente y recomendable evitar el consumo de esta agua”.
Igualmente, Martínez contactó con la conselleria de Salud de la Generalitat con el fin de hacer el seguimiento del proceso de la analítica y coordinar la búsqueda del origen de este agente químico.