La población de Girona nacida en la demarcación ha caído hasta el 49,9% del total, según datos del padrón a 1 de enero de 2025 analizados por la ACN. Es la primera vez que los originarios de las comarcas gerundenses no son mayoría, como mínimo desde el inicio de la serie, en 2005. En la última década, el porcentaje ha caído más de cinco puntos y, de hecho, desde 2022 ha descendido tres puntos.
Los nacidos en la misma ciudad también tocan fondo hasta el 35,8% de la población. Al mismo tiempo, los empadronados nacidos en el extranjero siguen creciendo y están en el umbral del 30%.
En la zona del Barrio Viejo, los de fuera del Estado se han disparado diez puntos en dos años hasta cerca del 50%. Uno de cada seis son “expados”, es decir, de Europa, América del Norte u Oceanía.
Girona alcanzó los 109.293 habitantes según el padrón del 1 de enero de 2025, un nuevo máximo histórico que continúa con la tendencia al alza de los últimos tiempos —el INE publicará el censo definitivo a esta misma fecha a finales de año con pequeños ajustes. En las últimas dos décadas, la población ha crecido un 25%, más de 20.000 nuevos empadronados y, tras un estancamiento a causa de la pandemia, en los últimos dos años se ha trepado un 4,7%.
El reciente aumento poblacional se explica casi exclusivamente por el incremento de personas nacidas en el extranjero. Si bien en 2022 esta comunidad era de unas 26.000 personas, ahora ya alcanza las 32.706, pasando así de un 25,7% a un 29,9% del total. En el mismo periodo, los nacidos en el Estado sólo aumentaron en 237 personas hasta los 76.587.
En declaraciones a la ACN, la concejala de Educación, Participación y Atención a la Ciudadanía, Queralt Vila, explica que la llegada de recién llegados “demuestra que Girona es una ciudad muy atractiva”. Según ella, “es fácilmente habitable” y “amable”, y es “un polo de atracción” para muchas personas de fuera. “Ofrece todos los servicios, tiene muchos equipamientos y una oferta buenísima tanto cultural como deportiva, educativa y formativa”, añade.
Por otro lado, recuerda que el 77,5% de los residentes son de nacionalidad española, lo que también refleja el padrón. Las nacionalidades extranjeras más típicas son la hondureña (4,6%), la marroquí (4,3%), la colombiana (1,5%) y la rumana (1,3%). Las personas con pasaporte no español han pasado del 18% al 22,5% entre 2015 y 2025.
La consecuencia de estos cambios demográficos es que, por primera vez desde que se dispone de registros, los empadronados nacidos en la demarcación de Girona ya no llegan a la mitad de la población. Si hace diez años suponían el 55,1% del total y en 2022 eran el 52,8%, ahora el descenso continúa y toca fondo en el 49,9% del conjunto de los empadronados.
Nunca desde como mínimo en 2005 tampoco se había registrado un peso tan bajo de los nacidos en la misma ciudad, un 35,8% a inicios de este año. La cifra superaba el 40% hace una década, y ha caído especialmente desde 2022. Los originarios del resto de municipios de la demarcación se mantienen estables a la baja (14,1%), así como los residentes del resto de Cataluña (9,8%). Finalmente, los nacidos en el resto de España cada año retroceden y ya son solo uno de cada diez (10,4%). Dejando de lado Girona, los municipios del Estado de donde son originarios más empadronados son Barcelona, Sant Gregori, Salt, Figueres, Olot y Madrid.
Según Vila, el hecho de tener la alta velocidad y la Universidad de Girona hace que mucha gente se instale en Girona “una temporada muy larga, de muchos años”, sea por estudios o trabajo en el mismo centro universitario. “Tenemos mucha parte de investigación que también hace que se queden”, comenta, destacando también el “muy amplio” tejido empresarial de la ciudad. La regidora, sin embargo, ve aún más incentivos: “Mucha gente busca este tamaño de ciudad más amable, más media, y no una gran conurbación como podría ser Barcelona”.
La mitad de la población es extranjera en el área del Barrio Viejo
La diversidad de orígenes es desigual a lo largo de la geografía gerundense. La explotación del padrón de 2025 hecha pública aún no incluye los datos en el ámbito de barrios o sectores, sino por distritos y secciones, que no casan exactamente con las delimitaciones de los barrios.
Con todo, por ejemplo, el grueso del Barrio Viejo equivale aproximadamente a la suma del distrito 1, sección 1 y el distrito 4, sección 1 —es decir, desde L’Onyar y la catedral al norte, hasta la plaza de Cataluña y los jardines de la Muralla al sur.
Estas dos secciones acumulaban un 41,7% de nacidos en el extranjero hace dos años, una cifra que no ha parado de crecer desde entonces y ha llegado hasta el 50,3% este enero. De hecho, en la parte norte de esta área que, a grandes rasgos, es el Barrio Viejo, el porcentaje de empadronados de fuera del Estado llega al 58,7% del total, la zona donde la cifra es más alta de la ciudad.
Sobre estos datos, el consistorio recuerda que se debe tener en cuenta que el Centro de Acogida y Servicios Sociales La Sopa tiene su sede en la calle de la Clavería, en el Barrio Viejo. Entre los servicios que se ofrecen está el de padrón social para personas sin hogar, lo que puede ser un factor que distorsione los datos.
“Expats” infrarrepresentados en el padrón
A pesar del debate en torno a los llamados “expats”, los datos muestran que la gran mayoría de extranjeros empadronados en las dos secciones mencionadas no son ni de Europa, ni de América del Norte ni de Oceanía. De hecho, los residentes de estos tres continentes sumados son poco más de 200 de los más de 1.600 extranjeros, un 14,4% —un dato significativamente más bajo que en 2023, cuando eran unos 300, un 26% del total.
El motivo de una posible infrarrepresentación de esta comunidad en los datos es que “a veces son gente que viene un par de meses o viene a hacer estancias relativamente cortas y no siempre se empadrona”, en palabras de la concejala Vila. En algunos casos, “mantienen toda su situación administrativa y legal en su país de origen”, así que el padrón sólo refleja a la gente que “vive realmente en la ciudad”.
Zonas de Can Gibert y Santa Eugènia, más de la mitad de extranjeros
El porcentaje de nacidos fuera de las fronteras españolas también supera la mitad de la población en la parte más oriental del barrio de Can Gibert del Pla, que toca con el río Güell (distrito 3, sección 9), donde se eleva hasta el 56,6%, tres puntos más que en 2023. La parte de Santa Eugènia que limita con Salt (distrito 3, sección 14) también es de mayoría extranjera, con un 53,1% de ciudadanos de este grupo. Prácticamente, la mitad del total en la sección justo al lado, entre la plaza de Santa Eugènia y la calle de Sant Sebastià, también nacieron fuera de España.
En el otro lado de la balanza, en la parte sur de Montilivi, incluida la zona del campus universitario y el estadio, la cifra es del 9,9%, la más baja de Girona. Le sigue la zona del Ensanche Norte alrededor de la plaza de Prudencio Bertrana (12,3%) y la parte occidental de Montjuïc (12,5%).
Crecen los universitarios, pero también los de sólo estudios primarios o secundarios
En cuanto al nivel de estudios, se observa que los universitarios han crecido en los últimos años. En 2015, un 14% de la población tenía, como mínimo, un grado o una licenciatura, y una década después, este porcentaje se eleva al 19%. Las personas con bachillerato o equivalentes anteriores se sitúan en el 17%, mientras que los que sólo tienen la ESO o estudios primarios acabados crecen del 20,9% al 23,8% del total de la población.
