El juicio al acusado de abusar sexualmente de la sobrina de 7 años en Palafrugell (Baix Empordà) “en varias ocasiones” a lo largo de 2019 ha quedado visto para sentencia. El jueves pasado, declararon la víctima, testigos y peritos y este martes se ha reanudado el juicio en la sección cuarta de la Audiencia de Girona con la declaración del procesado, las conclusiones y los informes. El acusado ha dicho que “en ningún momento” hizo tocamientos a la menor y ha afirmado que en las horas que la niña explica que tuvieron lugar los presuntos abusos él estaba trabajando. La fiscalía ha mantenido la petición de 6 años de prisión y la acusación particular se ha adherido. La defensa, encabezada por el letrado Jordi Colomer, pide la absolución.
El juicio, que comenzó el pasado jueves en la sección cuarta de la Audiencia de Girona, se ha reanudado este martes con la declaración del acusado, las conclusiones y los informes. El procesado, que solo ha respondido a las preguntas de la defensa, ha negado los hechos y ha afirmado que “en ningún momento” hizo tocamientos a la niña.
Según las acusaciones, procesado y víctima vivían puerta con puerta en Palafrugell y el hombre habría aprovechado ratos que estaban solos o que otros familiares no lo veían para hacerle tocamientos. En el juicio, la menor explicó que los presuntos abusos pasaban los días que ella se estaba con su padre, tras la separación de la madre.
El procesado ha asegurado que desde la separación, la relación que tenía con la niña era prácticamente nula y que solo la vio “dos o tres veces” porque coincidió con ella en el bar de su padre, donde la menor iba a merendar. Así, ha negado que le hiciera de canguro o que la invitara a su casa a mirar películas o dibujos en la televisión, tal y como sostienen las acusaciones.
El acusado no se explica la denuncia pero cree que tiene relación con la mala relación de su familia con la madre de la menor. En la sala de vistas también ha indicado que a lo largo de 2019, que es cuando habrían pasado los presuntos abusos, trabajaba cuidando a una persona mayor y que la jornada laboral era de nueve de la mañana a seis de la tarde. El trabajo estaba en Mont-ras y, según ha declarado, iba en bici o con patinete, llegando a su casa hacia las dos y media de la tarde.
Por ello, la defensa argumenta que es “imposible” que fuera el autor de los hechos porque cuando la niña pasaba tiempo con su padre él estaba trabajando. Además, Jordi Colomer también señala que los testigos que han declarado en el juicio han acreditado que tanto en casa del procesado como en el domicilio del padre de la menor vivían más personas y no pasaban tiempo solos.
La fiscalía ha mantenido la petición de 6 años de prisión por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años y la acusación particular se ha adherido. En el informe, el fiscal ha expuesto que la declaración de la víctima es suficiente para enervar la presunción de inocencia y ha puesto sobre la mesa jurisprudencia del Tribunal Supremo que subraya que las imprecisiones en el relato, tratándose de una menor y del paso del tiempo, no restan persistencia a la incriminación.
La menor describió varios episodios, como unos tocamientos por debajo de la manta una vez que ella estaba mirando la televisión u otra vez donde los habría cometido en la escalera de casa de su padre cuando la abuela estaba en otra habitación.
