Las fuertes precipitaciones que tuvieron lugar durante este domingo provocaron significativos desperfectos en diferentes carreteras de Sant Julià de Lòria, concretamente en Fontaneda y La Rabassa. De hecho, la tronada supuso la caída de entre 40 y 50 l/m³ en poco rato que afectaron principalmente a los cuartos de Fontaneda y de Auvinyà. Las incidencias, sin embargo, no han comportado cortes en la circulación.
Desde un primer momento, equipos del COEX y de los bomberos, así como los técnicos de la comuna, acudieron a las zonas afectadas para evaluar los daños y comenzar a realizar los trabajos para regresar a la normalidad. Durante este lunes por la mañana se está terminando de retirar el barro y los roces caídos sobre las vías afectadas.

Según explica el cónsul mayor laureado, Cerni Cairat, los puntos con más afectación por el aguacero fueron la carretera de Fontaneda, donde se levantó el pavimento justo a la entrada del pueblo, y la carretera de La Rabassa, donde también se hundió una parte de la vía. Además, también cayeron roces y barro en algunos puntos de la red viaria.
La comuna de Sant Julià de Lòria, conjuntamente con el Gobierno, realizan tareas de mantenimiento con el fin de evitar este tipo de episodios. De hecho, actualmente se está trabajando en un gran dique de contención de arrastres en el río de Aixirivall para evitar episodios como el que tuvieron lugar en 2015. Este año, además, se hará un nuevo tramo de separativa de aguas en Aixirivall para reducir incidencias en la carretera, mientras que a partir de 2026 se iniciarán los trabajos, junto con el ejecutivo, de canalización del torrente de Fontanals del Pui, desbordado en 2007.