Las campanas de Santa Maria de Mataró vuelven a estar colgadas

Las campanas de la Iglesia de Santa María de Mataró vuelven a estar colgadas. La tradicional basílica colchonera recupera uno de sus símbolos más importantes, después de que el pasado marzo se
retiraran para restaurarlas
. Según los campaneros voluntarios, este hecho ha generado mucha expectación entre los ciudadanos de la capital del Maresme, ya que durante dos semanas han visitado las campanas, que se expusieron en la Iglesia y en la Plaza. Según cifra uno de los voluntarios, han sido 500 personas las que se han acercado cada día para verlas.

La Miquela, Montserrat, Juliana y Semproniana son las cuatro campanas que han viajado hasta Valencia para ser restauradas. En cambio, el Carmen, una de las campanas que estaba más dañada, recorrió unos cuantos kilómetros más hasta llegar a Cantabria, donde se construyó de nuevo. Lo detallaba así un joven del Grupo de Campaneros de la Basílica de Santa María de Mataró, el más antiguo de todo el Estado español. Tal y como explicaron el pasado mes de marzo durante el descolgamiento, la intención era que la Basílica recuperara las campanas antes de que llegaran las Santas, la fiesta mayor de Mataró. Y gracias al esfuerzo y la dedicación de este grupo de voluntarios, Mataró podrá sentir el tradicional sonido muy pronto. “Para las Santas también son las protagonistas y conseguiremos hacerlas sonar”, explicaba uno de ellos.

“Abrir una nueva etapa”

Con las campanas renovadas, el Grupo de Campaneros ve la oportunidad de abrir una nueva etapaa. Hasta ahora, las hacían repicar de forma manual todo el año, especialmente los sábados y los festivos más importantes del calendario. De hecho, esta técnica fue reconocida por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad hace unos años. Pero los Campaneros quieren ir más allá. “Hasta ahora las volteábamos, cogiéndolas a contrapeso y dando empujones hasta que con la inercia iban girando”, explica uno de los voluntarios. En cambio, una vez haya pasado el verano, su intención es dejar de lado el toque tradicional para introducir el ‘‘toque a la catalana’. Este cambio de técnica implicará que, en lugar de voltearlas manualmente, utilizarán las cuerdas y otros métodos. En todo caso, es un proceso que aún tienen que iniciar para aprender. “A partir del otoño haremos una formación para definir los nuevos toques. Será todo nuevo, como si nos volviéramos a sacar el carné del coche”.

De hecho, desde el grupo de Campaneros hacen un llamamiento a todo el mundo que quiera sumarse al proyecto. “Invitamos gente joven, pero aceptamos a cualquier público”, detallaba uno de los voluntarios. En todo caso, lo que es evidente y demostrable es la pasión que estos jóvenes demuestran por las campanas. Además, uno de ellos transmitía en nombre de todo el colectivo ‘el orgullo que han sentido después de ver cómo Mataró ha vuelto a demostrar con el aprecio hacia las nuevas campanas’.