En 2023 el PSC entró con fuerza en el Ayuntamiento de Solivella. La candidatura liderada por Francesc Rosillo pasó a tener 3 concejales, siendo el único partido de la oposición. Hablamos con el portavoz socialista para conocer la situación del municipio de El Baix Camp.
Hace ahora un año que se constituyó el nuevo ayuntamiento en el que el PSC está en la oposición. ¿Qué balance hace? ¿Cómo ve la evolución del PSC en esta tesitura?
El balance, creo que compartido a pie de calle, es que el actual Gobierno ya está en tiempo de prórroga. No es lo que su tiempo político se haya acabado sino que esta desidia, y esta falta de ambición de pueblo, se nota en el día a día municipal. Lo que estamos haciendo es consolidar el cambio con el fin de que el relevo que se tiene que producir en la ciudad sea lo que los socialistas queremos, es decir, un cambio tranquilo, sin estridencias, y en beneficio de todos y de todas. Sin exclusiones.
¿Qué quiere decir?
Pues exactamente eso, que no queremos ir contra nadie, sumar a todos en positivo por un proyecto que nos una a todos y a todas con el nexo en común del amor a todos y a nuestra gente. Usted me preguntaba por la evolución del PSC en este año desde que fuimos la gran sorpresa de las elecciones municipales con un resultado que nadie nos auguraba. Pues bien, en este año que ha pasado el PSC ha ganado las elecciones generales y las elecciones europeas en el Parlamento y nos hemos quedado a un solo voto de ganar las elecciones al Parlament, lo que no se había producido nunca. Creo que los resultados nos avalan y hablan con una mera elocuencia. De hecho, el PSC es ya el primer partido político de Solivella.
Cuando usted habla del “cambio necesario” exactamente ¿a qué se refiere?
Pues, en primer término, a gobernar no sólo por el pueblo sino, sobre todo, contando con el pueblo y escuchando siempre la voz de la calle. Hay que acabar este estilo al que nos tiene acostumbrado el actual equipo de Gobierno de decir “no” a todo lo que no sea el eco de su propia voz. Nosotros escucharemos a todos y sabremos incorporar todas las aportaciones, sugerencias e ideas que nos hagan avanzar como pueblo. En segundo lugar, se debe aprovechar todas las oportunidades, las grandes, las medianas y las pequeñas. No estamos en condiciones de menospreciar nada, al contrario, queremos aprovechar -por ejemplo- hasta el último céntimo que podamos conseguir gracias a los fondos Next Generation que el Gobierno de Pedro Sánchez ha conseguido de la Unión Europea. Tenemos que empezar ya a actuar pensando a otro nivel, con ambición de pueblo, con los pies bien asentados en el suelo, pero con la determinación de luchar hasta donde haga falta para alcanzar los resultados reales que el pueblo necesita. Y cuando digo, hasta donde haga falta también quiero decir con quien haga falta.
¿Cómo?
Que tenemos que saber defender los intereses de la empresa porque si no lo hacemos nosotros no lo hará nadie. Mire, ya le avance una cosa, si ganamos las próximas elecciones municipales y soy elegido alcalde no me temblará el pulso para enfrentarme con quien sea a la hora de defender las inversiones o servicios que el pueblo necesita. Eso quiere decir que antes del carné del partido yo soy un vecino de la empresa que se apresura. Y si tengo que pelearme -políticamente hablando- con instituciones donde gobiernan los míos para hacer valer nuestras razones lo haré sin titubear. Creame. Este es un pueblo demográficamente pequeño y aquí todos nos conocemos…
¿Qué piensa de los presupuestos que ha aprobado el actual equipo de Gobierno para este año?
Que estamos ante una nueva muestra de falta de ambición combinada con inacción y desidia. Hablamos claro, son unos presupuestos nada realistas que, además, incluyen un aumento de impuestos absolutamente innecesaria. No se ha pensado en la gente, no se ha pensado en el pueblo. Han actuado por pura comodidad política a corto plazo. Piense por ejemplo en la juventud del pueblo. ¿Cómo podemos decirles que se queden en el pueblo si no se les ofrece nada para que puedan llevar a cabo todos sus ámbitos de vida sin tener que salir de la casa? Tener un pueblo con futuro, quiere decir poder y saber contar con su juventud. Por eso una de las primeras medidas que tomemos una vez lleguemos al Gobierno será facilitar el acceso a las viviendas a los jóvenes del pueblo. Y cuando digo que hay que defender el futuro de la gente también pienso en las personas mayores, en las familias con hijos pequeños, etc.
El PSC, es cierto, ha obtenido un crecimiento de votos importante en el último ciclo electoral en Solivella pero todavía está lejos de la mayoría absoluta…
¡Es que yo no me dirijo sólo a los votantes ideológicos del PSC! No, no, en absoluto. Lo decía antes, lo que necesita realmente es un proyecto transversal y ambicioso que no deje a nadie aparte, no estrictamente un proyecto de partido. En este sentido, el PSC es un instrumento político, muy útil, tanto por su solidez, como por sus valores políticos, como por su capacidad de penetración en el tejido social. Pensé que es el único partido capaz de ser un magnífico interlocutor tanto en Barcelona, como en Madrid, como en Bruselas. Ahora bien, dicho esto, el cambio a todos nos interpela a todos, también -quiero decirlo con toda claridad- a vecinos y vecinas que no votan a PSC en las elecciones generales o autonómicas. No pido un voto de partido -sólo-, pido un compromiso con el que vaya más allá de las siglas y de las personas, porque este pueblo se merece un futuro digno sin exclusiones.
Hay quien dice que pueblos pequeños como Elche acabarán subordinados a las grandes ciudades del territorio, como Reus
Pues deben ser personas que no conocen, o bien que no han estado nunca… ya me perdonará la ironía, pero es que me niego a estar subordinado a nadie. Es cierto, que Reus es una gran ciudad y que hemos encontrado las sinergias con ella y con Tarragona para ganar todos juntos, pero no desde una posición de subsidiariedad sino como interlocutores directos e iguales, mirándonos cara a cara. Este es uno de los errores que algunos pueden cometer, pensar que somos un pueblo pequeño, sin futuro e ir a los lugares casi pidiendo perdón por pedir algo que nos corresponda. Pues bien, en mi caso será justo al contrario. Si soy alcalde algún día pediré hablar con la alcaldesa de Reus o con el alcalde de Tarragona -o con el presidente de la Generalitat- o con quien haga falta pero para invitarles a venir a Solivella, un pueblo de futuro orgulloso de su identidad.
