Usuarios de Cercanías vuelven a Tarragona: “Ha sido un día largo, hemos marchado antes y volvemos más tarde”

Los usuarios de Cercanías de Tarragona afectados por los cortes ferroviarios ya han empezado a llegar a las dos paradas habilitadas en la ciudad: la estación de autobuses y la estación de trenes.
En esta última, que también hace parada en Altafulla y Torredembarra, ha bajado la Leila, una estudiante que este martes ha llegado tarde a clase.
“Para ir bien, tendría que haber salido una hora antes”, ha dicho.

En el mismo bus, que ha salido de Sant Vicenç de Calders, también ha subido la Montse, quien se ha marchado de casa a las cinco de la mañana y llegará a las seis de la tarde. “Ha sido un día largo, hemos marchado una hora antes y volvimos una hora más tarde”, ha añadido.
Ambas describen la jornada “de experimental” y afirman que habrá que ver cómo evoluciona en los próximos días.

Como cada día, la Leila Benaia ha salido de casa poco antes de las siete de la mañana para llegar a las nueve a Barcelona.
Lo que no ha tenido en cuenta es que este martes el desplazamiento no duraría lo mismo.
De hecho, ella misma ha reconocido a la ACN que “para ir bien, tendría que haber salido una hora antes”, teniendo en cuenta que ha llegado veinte minutos tarde a clase y se ha perdido las primeras horas lectivas.

Aunque la ida se ha desarrollado sin incidentes, Benaia ha lamentado que a la vuelta les han hecho esperar dentro del bus en Sant Vicenç de Calders más de cuarenta minutos.
Una espera que ha despertado la indignación de la gran mayoría de pasajeros, los que han acabado saliendo a las cuatro de la tarde y han llegado a Tarragona una hora más tarde.
Antes, pero han parado en Torredembarra y Altafulla.
Además, y a diferencia de los buses que se han marchado a primera hora de la mañana de Tarragona, éste iba lleno de gom a gom.

Sin embargo, Benaia, que mañana repetirá el trayecto, ha afirmado que se esperaba la jornada “peor” y confía en que “irá mejorando”.

Jornada “experimental” e “irreal”

Por su parte, la Montse Fernández, quien acostumbra a coger el tren una vez a la semana, ha sido más previsora.
A las cinco de la mañana, “una hora antes” de lo habitual, ha salido de L’Aldea (Baix Ebre) para llegar a L’Hospitalet de l’Infant y de allí hacia Barcelona, para poder llegar puntual al trabajo.
Fernández ha explicado que este martes había muchos informadores que velaban para que los pasajeros no se perdieran. “No estamos acostumbrados”, ha manifestado.
De hecho, ha detallado que en Sant Vicenç de Calders “había una persona para cada autobús”.

Un acompañamiento, pero que no se ha trasladado a los trenes, según ha lamentado Fernández, quien ha subrayado que “del autobús al tren ya no había tanta información”.
En cualquier caso, para esta usuaria el día de hoy ha sido “muy largo”, ya que se ha marchado una hora antes de casa y ha vuelto una hora más tarde de lo habitual.
En cuanto al conjunto de la jornada, Fernández lo ha descrito “de experimental” e “irreal” y ha afirmado que habrá que ver cómo evoluciona en los próximos días.

Viajeros resignados a Santos: “Me tuve que levantar más bien o buscar piso por aquí”

La estación de Barcelona-Sants ha vivido un lunes por la tarde relativamente tranquilo con fluidez en el vestíbulo principal y un chico de aglomeraciones en los andenes, con muchos viajeros desinformados y otros resignados. “Hoy he cogido el segundo bus en Tarragona y en vez de llegar a las siete de la mañana a Barcelona he llegado a las siete y veinte minutos. He llegado tarde al trabajo”, ha lamentado Juan David Rodríguez.
“Mañana me tuve que levantar más bien e intentar coger el primer bus. Eso será la tónica en estos cinco meses y, si la cosa no funciona, tendré que buscar piso por aquí”, ha reflexionado en voz alta Rodríguez.
“Yo soy albañil y antes con un tren directo venía de Tarragona a Barcelona. Ahora tengo que coger bus, tren y metro”, ha enumerado el usuario tarraconense.

“Estoy perdiendo mucho tiempo de ida. Y lo mismo me pasa de vuelta. Eso no es vida”, ha reconocido Rodríguez, que calcula que ha pasado de un trayecto de hora y media a más de dos horas y cuarto.
La Meritxell Domingo, de El Vendrell, ha explicado que ya estaba enterada del corte de Cercanías. “Normalmente vamos en coche de El Vendrell hasta Sant Vicenç de Calders para coger el tren. Hoy previendo un posible caos hemos ido en coche hasta Vilanova i la Geltrú. Para así asegurar poder subir en algún convoy”, ha comentado Domingo.
“Ha sido como una prueba piloto y este primer día he llegado bien al trabajo. Veremos el jueves cómo lo hago”, ha apuntado esta usuaria de El Vendrell, que calcula que su tiempo de viaje se ha incrementado entre 15 y 30 minutos.