Pla general de la façana de l'Hospital Joan XXIII de Tarragona el 20 de gener de 2016. (Horitzontal)
Los trabajadores del Hospital Joan XXIII de Tarragona se enfrentarán en los próximos meses a una situación difícil con la desaparición de la zona de aparcamiento habilitada para el personal sanitario, debido al inicio de las obras de la segunda fase de la ampliación del centro. Esta nueva fase comenzará en el primer trimestre de 2025 e implicará la construcción del edificio principal del nuevo complejo hospitalario, el edificio CORE, sobre el espacio actualmente ocupado por el parking de 250 plazas situado entre el Hospital Sociosanitario Francolí y el parking disuasivo Guillem Oliver.
Desde el Colegio Oficial de Médicos de Tarragona (COMT), su presidente, Sergi Boada, alertó sobre la situación el pasado mes de marzo, cuando presentó una moción en el pleno municipal del Ayuntamiento de Tarragona, pidiendo soluciones para garantizar aparcamiento para los profesionales del centro, según ha avanzado el Diari Més. Boada destaca que no sólo los trabajadores se verán afectados por la pérdida de plazas de aparcamiento, sino también los pacientes y usuarios que acudan al hospital.
Desde el Departamento de Salud, que reconoce la importancia de las obras del Hospital Joan XXIII como uno de los proyectos más importantes para la demarcación y para Cataluña, se ha asegurado que están trabajando para encontrar soluciones. No obstante, el COMT y los trabajadores esperan que se encuentre una alternativa antes del inicio de las obras, ya que la falta de espacio para el aparcamiento de profesionales será un problema creciente.
Por otro lado, la Junta de Personal del hospital ha mantenido varias reuniones con la dirección del centro para tratar esta cuestión, según ha informado el Diari de Tarragona. Las opciones que se mezclan incluyen la construcción de un parking soterrado o la solicitud al Ayuntamiento para que mantenga las zonas de regulación de aparcamiento en la zona. Pero, a pesar de estas discusiones, todavía no hay una solución clara y definitiva.
Los sindicatos, como UGT y CATAC-CTS, han expresado también su preocupación y están siguiendo de cerca la evolución del tema.
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