Varias organizaciones de docentes de Tarragona se han reunido hoy, a las puertas de los Servicios Territoriales del departamento de educación, para reclamar por algunos hechos que preocupan a los educadores de la ciudad. Una de las principales cuestiones por la que protestan es por los cierres de líneas que se están llevando a cabo en varios institutos.
Durante el año que viene se prevé que se cierren 2 líneas de primero de ESO, en el Instituto Sant Pere i Sant Pau y en el Instituto Camp Clar. El departamento de educación argumenta criterios demográficos y prevé organizar a los alumnos en clases de 30. Si éstas fueran de 28, sin embargo, se mantendrían todas las líneas. “Consideramos que es una oportunidad histórica para empezar a reducir la ratio a todos los niveles educativos, y mejorar la calidad y la asistencia que podemos dar a nuestros alumnos“, ha expresado el presidente de la Junta de Personal Docente no universitario de Tarragona, Alexis Auderset. Además, no es extraño que se añadan alumnos durante el curso, lo que elevaría aún más el número de estudiantes por clase. “Como docentes queremos acoger a todos, pero queremos hacerlo en condiciones”, ha añadido.
Denuncian también que esta problemática no esté sucediendo en los centros concertados, sino que estos tengan las líneas “blindadas”, diferencia que consideran que genera una “segregación”.
Las organizaciones también han denunciado malas prácticas hacia el concurso general de traslados estatales, que se cierra avuy. Este es el procedimiento por el que un funcionario de carrera llega a obtener un destino definitivo. Afirman, sin embargo, que en los últimos años en Cataluña no se han ofrecido todas las vacantes, lo que provoca que los centros educativos tengan un gran porcentaje de profesorado con plaza provisional. Además, afirman que los concursantes lo hacen “a ciegas”, sin saber cuántas plazas saldrán finalmente.