domingo, 11 de mayo de 2025
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Roda de Berà paraliza temporalmente las obras de rehabilitación de Cal Guivernau

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Las obras de rehabilitación de Cal Guivernau para convertir este emblemático edificio en la nueva biblioteca Joan Martorell Coca se iniciaron a principios del pasado mes de noviembre. Durante estos cuatro meses se han efectuado los derribos previos y las catas con seguimiento arqueológico. El proyecto inicial ya preveía la aparición, según las inspecciones visuales, de tinas de aceite y de un pozo de agua, para las que se llevaría a cabo una actuación que permitiría dejar visibles estos restos en el nivel de semisótano.

Con la finalización de los trabajos de excavación con seguimiento arqueológico, sin embargo, se han identificado más estructuras de antiguos elementos funcionales de la casa que no se preveían., como lagares de aceite o vino, restos de tenazas de cerámica y bases de un antiguo molino o prensa, las cuales es necesario documentar. Además, se han encontrado arcadas construidas con sillares de piedra con un diseño muy interesante, alguna de ellas de doble arco. Por la posición que ocupan todos estos nuevos elementos, no son compatibles con la distribución prevista en el proyecto ejecutivo, asegura el informe de la dirección de la obra.

Ante ello, el consistorio ha tenido que paralizar temporalmente las obras a la espera de que un arqueólogo realice un informe valorando los restos encontrados, las cuales podrían ser de la época medieval, y hasta conocer el grado de tratamiento y desmontaje que autorizará al departamento de Cultura de la Generalidad de.

Bien Cultural de Interés Local

El edificio de Cal Guivernau se encuentra en el casco antiguo de Roda de Berà entre las plazas de la Iglesia y de la República. Por sus características y por su historia se ha convertido en uno de los referentes en el centro de la villa.

El origen de Cal Guivernau es desconocido. Los primeros documentos datan del año 1793 cuando pertenecía a la familia Vidal Guivernau. En 1922 el Ayuntamiento compró el edificio a la familia Vidal con el fin de convertirlo en las escuelas públicas. En 1928 se habilitaron las viviendas de los maestros y se acondicionaron unos espacios para las aulas. Esta adecuación supuso el derribo de una parte de la casa adyacente, Cal Barot, para ampliar la plaza y rebajar el terreno de delante de Cal Guivernau. La escuela entró en funcionamiento durante el curso 1933-34 y lo fue hasta los años 70 cuando, por el aumento demográfico, algunas de las aulas se trasladaron a la nueva escuela, detrás del actual edificio del Ayuntamiento.

Por su estado de conservación a principios de los 2000 se planteó su derribo, pero el Centro de Estudios Rodenc, de Les Monges Associació Cultural, se opuso y pidió al Ayuntamiento y al departamento de Cultura de la Generalitat que se elaborase un estudio oficial.

Fue en junio de 2001 cuando la Dirección General del Patrimonio Cultural hizo llegar al Ayuntamiento unos informes en los que se destacaba la posibilidad de que Cal Guivernau fuera el castillo de Roda de Berà, una cuestión que fue reafirmada por la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural en febrero de 2002. A día de hoy, sin embargo, no se han conseguido suficientes evidencias históricas. Lo que sí es constatable es el valor histórico, cultural y patrimonial que Cal Guivernau tiene para Roda de Berà. Por este motivo, a instancias también del Consejo Comarcal de El Tarragonès y de la Sociedad Catalana de Arqueología, el Ayuntamiento declaró Cal Guivernau Bien Cultural de Interés Local en marzo de 2010.

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