El Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) tiene en marcha un proyecto que marcará un antes y un después en su trayectoria: el traslado al módulo 6 de la Tabacalera de Tarragona, que permitirá triplicar el espacio disponible y mejorar sus infraestructuras de investigación.
Este cambio se hace posible gracias a la colaboración institucional entre la Generalitat de Catalunya, la Universitat Rovira i Virgili (URV) y el Ayuntamiento de Tarragona, que se incorporará al consorcio del ICAC con la firma de unos nuevos estatutos, actualmente en proceso de revisión jurídica.
La cesión del módulo 6 de la Tabacalera por parte del Ayuntamiento, en proceso de concreción en estos momentos, es clave para este traslado. Con 3.000 m², el espacio permitirá ampliar laboratorios, oficinas y aulas, y generará nuevas sinergias con el futuro parque de la Necrópolis y otros centros de investigación del territorio.
La Generalitat se ha comprometido a asumir el 100% del coste del proyecto, con una inversión de 5,3 millones de euros que incluye tanto el proyecto ejecutivo como las obras y el equipamiento de las nuevas instalaciones. El proyecto ejecutivo se licitará a principios de 2025, con una hoja de ruta que prevé el inicio de las obras en 2026 y la finalización en 2028.
Una oportunidad estratégica para el territorio
El director del ICAC, Josep Maria Palet, ha destacado que este traslado supondrá un «paso adelante» para el instituto y una oportunidad para convertir la Tabacalera en un polo de investigación e innovación en Tarragona. El proyecto contempla también mejoras arquitectónicas, como la creación de un patio de luces y la adecuación de nuevos espacios para laboratorios y actividades científicas. Además, se trabaja para conectar el edificio con el parque de la Necrópolis mediante un pasaje que facilite su acceso.
Este cambio de emplazamiento es sólo la primera fase de un proyecto más ambicioso, que busca consolidar Tarragona como referente en investigación y ciencia en el sur de Cataluña, en colaboración con la Universidad y los demás centros CERCA del territorio: IPHES, ICIQ e IISPV.
A pesar de los retos administrativos y de financiación que aún quedan por resolver, el proyecto cuenta con una base sólida y el apoyo de las instituciones implicadas. Si se cumplen los plazos, en 2028 Tarragona podría estrenar un nuevo centro de arqueología clásica a la altura de los grandes retos científicos del futuro.