Más de 24.600 prendas recuperadas en el primer semestre han tenido una segunda vida y no han acabado en un vertedero. Es el balance que hace Humana Fundación Pueblo para Pueblo del servicio de recogida selectiva de ropa usada en Altafulla durante el primer semestre de este año. De la gestión de este residuo se derivan beneficios ambientales (55 toneladas de CO₂ no emitidas) y también sociales (creación de empleo verde, ejecución de proyectos de cooperación al desarrollo y programas sociales en Cataluña).
La gestión del textil usado vive un momento clave, fruto del impulso que han dado
la Estrategia para Textiles Circulares y Sostenibles de la UE
y la
Ley 7/2022 del 8 de abril, de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular
, que responden a la creciente sensibilidad de la ciudadanía en relación a la sostenibilidad de la moda. Los 9.128 kg de residuo textil recogidos de enero a junio impactan directamente en la economía circular y socialAltafulla.
El 90% de la ropa de la que se deshacen los ciudadanos y que recoge la entidad catalana tienen una segunda vida gracias a la reutilización y el reciclaje, elementos claves para la economía circular y la creación y mantenimiento de puestos de trabajo de calidad. Además, la gestión de este residuo ha evitado en el primer semestre la emisión de 55 toneladas de CO₂.
El residuo textil (la ropa, el calzado, los complementos y el textil del hogar que ya no se utilizan) se deposita en los contenedores ubicados en lugares de fácil acceso, que se vacían periódicamente (entre una y dos veces por semana) para garantizar un buen servicio. Posteriormente, se clasifica a la planta de preparación para la reutilización que Humana tiene en L’Ametlla del Vallès (Vallès Oriental).
“La recogida selectiva de ropa tiene un gran potencial para garantizar una segunda vida: casi el 60% se puede reutilizar y el 32%, reciclar. El primer objetivo siempre es la reutilización porque la prenda más sostenible es la que ya se ha fabricado y no tiene más costes ni impacto de producción. Por eso es importante que la ropa de la que nos deshacemos se deposite en el contenedor correspondiente, porque desgraciadamente casi el 90% del residuo textil no acaba en el punto de recogida adecuado, sino en la basura”, asegura Rubén Fernández, promotor nacional de Humana.
“Agradecemos las donaciones de la ciudadanía. La recogida selectiva sólo tiene éxito con la conjugación de dos factores: un compromiso ambiental por parte de la administración local y un servicio profesional y transparente por parte de la entidad gestora”, añade el representante de la entidad.
Beneficio ambiental y social
La gestión del textil usado contribuye a la lucha contra el cambio climático: por cada kg de ropa recuperada (y que no acaba en un vertedero para ser incinerado) se evita la emisión de 6,1 kg de CO₂, según un
estudio de la Federación Humana People to People
. Las más de 9 toneladas recuperadas en Altafulla han evitado la emisión de 55 toneladas de CO₂.
A este beneficio ambiental hay que añadir el social: la creación de empleo verde. La entidad genera un puesto de trabajo en Cataluña por cada 18.000 kg de textil recogido. Además, los recursos que se obtienen se destinan principalmente a los programas de desarrollo que Humana lleva a cabo en los países del Sur de la mano de contrapartes o socios locales. Por ejemplo, proyectos de formación de profesores de primaria, de agricultura sostenible o contra el VIH/SIDA o la tuberculosis.
Datos globales en Cataluña
En Cataluña, cada persona genera unos 22 kg de residuos textiles anualmente y sólo 2,3 kg se recogen selectivamente por un gestor autorizado como Humana: es el 11%. En la mayoría de los hogares de España y Cataluña, los textiles se tiran aún dentro de la fracción rechazo, lo que se traduce en una cifra global de 147.000 toneladas de residuos textiles tirados sin retorno, según la Agencia de Residuos de Cataluña.