Down Tarragona ha cerrado el curso 2024-25 del proyecto Azul de inserción laboral, con un récord de puestos de trabajo conseguidos en la empresa ordinaria, desarrollados por personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales.
En total, han sido 55 las personas que han recibido formación y acompañamiento del proyecto Azul para encontrar trabajo, y entre las nuevas empresas cabe destacar H10 Imperial Tarraco, Nespresso y Carrefour. Además, se han realizado muchas coordinaciones y nuevos convenios con nuevas empresas, que están preparadas para insertar a estas personas el próximo curso.
A lo largo del curso 2004-25, en el Programa de formación continuada formado por 8 personas, el 100% ha mantenido el puesto de trabajo un año más. En cuanto al Programa laboral, de las 15 personas participantes el 47% han conseguido un nuevo contrato laboral y el 33% han continuado con el contrato indefinido discontinuo. En este grupo se han realizado también un total de 4 prácticas no laborales en empresas ordinarias. Así pues, sólo 3 personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales siguen en búsqueda activa de empleo. Respecto al Programa prelaboral, 22 personas continúan formando para alcanzar un trabajo.
El acto de clausura ha tenido lugar en el hotel Caribe de PortAventura, con la presencia de las personas que integran el proyecto Azul de inserción laboral, familiares, representantes de la Generalitat y de empresas colaboradoras. Mònica Alabart, directora de los servicios territoriales de Derechos Sociales, y Maria del Mar Giné, directora de los servicios territoriales de Empresa coincidieron en poner en valor la labor de Down Tarragona para hacer realidad la inclusión laboral de las personas con discapacidad.
También intervino la directora de H10 Hoteles, Pilar Sucarrat, que compartió su experiencia de colaboración con el proyecto. Reafirmó el compromiso de la cadena hotelera con la inclusión y destacó los beneficios de contar con personas con discapacidad en los equipos de trabajo.
El acto de clausura también dio voz a los verdaderos protagonistas del proyecto: las personas participantes. Algunas subieron al escenario para expresar su gratitud, con mensajes emotivos como “gracias por confiar en nosotros y por las oportunidades que nos damos”. Un padre, en representación de las familias, también dirigió unas palabras de agradecimiento al conjunto de profesionales, empresas y preparadores y preparadoras laborales.
Tras los discursos, la jornada continuó con la entrega de diplomas, la tradicional sesión de fotos, y se cerró con un aperitivo festivo que puso punto final a la clausura.
El Proyecto Azul se consolida un año más como una iniciativa clave para la inserción sociolaboral, gracias a la implicación de familias, empresas, profesionales y, sobre todo, de las personas que, día a día, rompen barreras y abren camino hacia una verdadera inclusión.
