Esta mañana se han dado a conocer las primeras pinceladas de la 29ª edición del Festival de Dixieland de Tarragona, que este año se celebrará entre el jueves 25 y el domingo 28 de abril y que quiere recuperar, entre otros “el espíritu más festivalero concentrando los conciertos en cuatro días cargados de actividad en toda la ciudad”, según ha apuntado la consejera de Cultura, Sandra Ramos.
Con este regreso del Dixie a la calle, se recupera también la convocatoria pública para facilitar la participación de espacios y restauradores que estén interesados, con actuaciones en directo. Así, más allá de la programación oficial, el 29º Festival de Dixieland de Tarragona hace un llamamiento a la participación de los establecimientos y locales que quieran aportar sus propuestas durante las jornadas del certamen.
Los requisitos esenciales para participar, que se harán públicos próximamente, serán que las actuaciones estén vinculadas en el ámbito estilístico al eje temático del festival y una declaración responsable en materia de espectáculos.
La imagen, más tarraconense
Este año también se ha querido apostar por una imagen que nos acerque a los orígenes del Festival, “con la implicación de la ciudad en todos los ámbitos, tanto municipal, como de los músicos que se agolparon desde el primer momento y todavía siguen incorporando nuevas generaciones” ha apuntado la consejera.
La joven diseñadora Anna Pons ha presentado un cartel festivo, “Dixieland es fiesta, baile y música; pero también es Tarragona“, ha destacado. Lo ha enfocado en un nuevo lenguaje que aporta un espíritu transgresor y pueda contribuir a revivir la identidad del festival, basada en la música de calle, los espectáculos participativos y la atracción de todos los públicos, enfocada especialmente hacia los más jóvenes.
De esta manera, con el lenguaje fotográfico se hace llegar al público el festival, a través de una composición narrativa de los músicos que acompañan a la gente que baila. Todos estos personajes plasman diferentes épocas de la música de este género y están unidos sobre una especie de columna vertebral. Esta, quiere tener un sutil protagonismo, ya que el movimiento se enfatiza con el baile y la misma columna es un emblema de la ciudad: la bandera de Tarragona, además de representar de forma abstracta, las teclas de un instrumento de viento, predominante en las bandas de Dixieland.