Carnaval es una fiesta de transgresión donde casi todo está permitido: se ningunean los roles, se intercambian los sexos y todo el mundo puede ser quien quiera por un día. Los carteles de Carnaval suelen buscar el escándalo, la provocación, siguiendo el espíritu de la fiesta.
Pero la ‘Fundación Española de Abogados Cristianos’ no lo ve así. La asociación se caracteriza por interponer querellas contra todo aquello que consideran que ofende la religión católica –con poco éxito, vale decir–. La mayoría de sus acciones judiciales suelen ser desestimadas amparándose en la libertad de expresión que garantiza la Constitución Española.
Esta vez se han fijado en el cartel del Carnaval de Terrassa que organiza la cofradía La Mascarada. La obra fue escogida por votación popular entre once propuestas y presenta un dibujo de un cardenal de cuatro grapas, en posición sexual y con talones rojos, rodeado de gente disfrazada.
PRESENTACIÓN EN EL CEMENTERIO
Para encender la polémica la cofradía celebró la presentación del cartel en una capilla funeraria abandonada del cementerio egarense, presidida por un cristo crucificado flanqueado por dos ‘monjes’ de hábito morado.
El Consell Interreligiós de Terrassa, en un comunicado, ha declarado que se trata de un “escarnio gratuito y hervidor” y han iniciado una recogida de firmas para que el Ayuntamiento retire el cartel.
La presidenta de los ‘Abogados Cristianos’, Polonia Castellanos, ha afirmado que “la Mascarada ha recibido en dos años cerca de 120.000 euros de todos los zamoranos, incluidos los cristianos, para la organización del carnaval. No se puede consentir que se financie con dinero público estos ataques”.
La Mascarada, por su parte, se defiende argumentando que, especialmente en Carnaval, se debe poder reír de todo y hacer befa y mofa de todas las situaciones. Polémica judicial servida y un cartel que, aunque acabe siendo retirado, ya ha cumplido su función.
