La Audiencia de Barcelona ha condenado a 42 años de prisión a un osteópata por abusar sexualmente de una veintena de mujeres, que, además, estaban embarazadas o acabadas de parir. Los abusos están documentados tanto en un local de Sant Cugat del Vallès como en la clínica Nacer en Casa de Barcelona.
Se centraba sobre todo en tratamientos de osteopatía antes y después del parto y se aprovechaba de su reconocimiento profesional y su relación de confianza con sus pacientes.
En total, la Audiencia le impone 42 años de prisión por varios delitos de abuso sexual continuado con y sin penetración. Además, le condena a 40 años de inhabilitación y al pago de 36.000 euros de indemnización a 21 mujeres.. También le prohíbe acercarse a las víctimas.
En su sentencia, la Audiencia constata que entre el verano de 2013 y finales de 2016, Sergi M se aprovechó de “la extraordinaria confianza que las pacientes tenían en él por su profesión y a la reputación que tenía tanto en los entornos del parto natural como de acompañamiento a la maternidad y la lactancia”.
Considera probado que llevó a cabo “bajo la apariencia de práctica profesional una serie de actuaciones cuya finalidad era satisfacer sus apetencias sexuales“. “Los hechos no estaban justificados por el tratamiento de las afecciones por las que las víctimas fueron a visitarse”, concluye.
Uno de los casos denunciados es el de una mujer que en junio de 2016 acudió a la clínica por problemas estomacales. En la primera consulta, el fisioterapeuta, sin el consentimiento de la víctima, le quitó la camiseta y le presionó los pechos muy fuerte. Además, le tocó sus partes íntimas en un punto donde le causó un fuerte dolor, haciendo movimientos circulares, que la víctima no entendió.
La mujer acudió varias veces a la consulta, y el acusado siempre habría actuado de la misma manera. En una ocasión, incluso, le habría introducido los dedos, sin ningún consentimiento de la paciente. El hombre practicó diferentes tocamientos con penetraciones y sin a las demás denunciantes.
La fiscalía, por su parte, le pedía 111 años de prisión y de inhabilitación y 255.000 euros de indemnización a las víctimas por un delito continuado de abuso con penetración, ocho delitos de abuso con penetración, 12 delitos de abuso, y dos de abuso continuado.