La Guardia Urbana de Barcelona utilizará pistolas eléctricas a partir de 2026

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente el reglamento que regula la dotación y el uso de pistolas eléctricas por parte de la Guardia Urbana. Se ha aprobado en la Comisión de Presidencia de este miércoles con los votos a favor del PSC, Junts, el PP y Vox y el voto en contra de BComú y ERC. La medida contempla la adquisición de un total de 22 dispositivos.

El reglamento se someterá ahora a información pública durante un periodo de 30 días hábiles en el que se podrán presentar alegaciones. Posteriormente, irá a votación definitiva, previsiblemente en el pleno municipal del mes de junio. Según el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, los efectivos del cuerpo barcelonés podrían empezar a utilizar estos dispositivos en abril de 2026.

Albert Batlle ha explicado que la propuesta de reglamento, que el gobierno municipal ha llevado a votación “es una versión mejorada del reglamento general que usan los Mossos y una treintena de policías locales de Cataluña”.

Así, ha comentado que el texto incorpora algunas restricciones en cuanto al uso de los dispositivos entre ellos que no puedan usarse en determinadas partes del cuerpo ni en menores de 14 años. Además, estas pistolas incorporarán un sistema de grabación automático que recopilará los datos de uso y la Comisión de Deontología de la Guardia Urbana de Barcelona hará un seguimiento. También ha indicado que los agentes recibirán formación al respecto.

El concejal de Junts, Jordi Martí, ha celebrado que el reglamento salga adelante porque desde su punto de vista estos dispositivos son una buena alternativa a las armas de fuego. “Es una herramienta subsidiaria en situaciones de extrema gravedad que posibilita una reducción segura”, ha valorado. Con todo, ha lamentado que solo se adquieran 22: “Es una cifra modesta ante el grave reto de seguridad en la ciudad de Barcelona”, ha sentenciado.

Por su parte, Marc Serra (BComú), ha criticado la medida al considerar que estos dispositivos son “potencialmente letales” y pueden provocar un “dolor agudo solo pulsando un botón”. Ha lamentado que el gobierno municipal no haya contemplado ninguna de las propuestas que el grupo ha hecho para restringir el uso de este tipo de pistolas y ha pedido a Albert Batlle que reflexione: “Todavía está a tiempo”, ha apuntado.

En este sentido, Jordi Corones (ERC), ha asegurado que hay personas que “por condiciones físicas son más sensibles a estas armas como embarazadas, personas mayores, menores de edad, con riesgos cardíacos, bajo efecto de drogas o con enfermedades mentales”. Asimismo, ha avisado de que “tener una mejor policía no es tenerla más armada, sino mejor formada”.

 

PP y Vox celebran la propuesta

El concejal del PP, Juan Milián, ha aplaudido que este reglamento, “pese a llegar tarde, por fin salga a la luz”. Desde Vox, Gonzalo de Oro Pulido, ha reprochado al gobierno municipal que solo se adquieran 22 pistolas eléctricas, ya que, según sus cálculos, sólo podrán hacer uso el 0,64% de los agentes. Asimismo, ha criticado que los principales agentes que las lleven sea los mandos “y no los efectivos que patrullan en la calle y que pueden encontrarse con casos urgentes”.

 

Riesgo para personas con problemas de salud mental

En los últimos días la Sociedad Salud Mental Cataluña, la Federación Voces, La Capçelera, la Mesa de entidades del tercer Sector Social, la Asociación Catalana de Profesionales en Salud Mental e Irídia se han mostrado muy críticas con la medida por el del riesgo que puede suponer para las personas con problemas de salud mental.

De hecho, en una carta abierta al teniente de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, manifestaron su “profunda preocupación” si estos dispositivos se utilizan en personas con sufrimiento psíquico o problemas mentales. También pidieron que se suspendiera la aprobación del reglamento hasta que no se llevara a cabo un estudio técnico independiente sobre las afectaciones por el derecho a la vida y el respeto a los derechos fundamentales, “en personas en estados de agitación o crisis de salud mental”.

En esta línea, Amnistía Internacional denunció que el reglamento sobre el uso de pistolas eléctricas por parte de la Guardia Urbana no incluye suficientes garantías de protección de los derechos humanos y permite el uso del arma en situaciones que no se ajustan a los estándares internacionales de derechos humanos.

Así, señaló que el proyecto de reglamento que finalmente ha prosperado establece que la Guardia Urbana podrá usar el arma contra las personas que pongan en riesgo su propia vida o integridad física —como podría ser una tentativa de suicidio— y no desiste de su acción, siempre que se valore que el uso del arma no provocará un mal superior al que se quiere evitar.