La red de electromovilidad de Barcelona de Serveis Municipals (BSM), Endolla Barcelona, está testeando un punto de carga móvil y uno de producción económica y fácil mantenimiento. Son los dos proyectos resultantes del llamamiento realizado, hace ahora dos años, por el Ayuntamiento y por BSM a través del programa InnovAcción 2030 para hacer frente a algunos de los retos de la expansión de la electromovilidad en la ciudad.
Las dos soluciones se están poniendo a prueba en el aparcamiento BSM Plaza Navas, en el barrio del Poble-sec. Es el espacio escogido por BSM para testear proyectos de innovación en el ámbito de la movilidad. La ejecución de estos dos proyectos, escogidos a través de un concurso público de innovación, cuenta con un presupuesto total de 160.000 euros.
Uno de los prototipos que se están testeando es un punto de carga diseñado para que sea barato de producir a gran escala y fácil de mantener. Las dos premisas deben servir para acelerar la expansión del vehículo eléctrico en la ciudad, según confiesa el consistorio. El prototipo lo ha desarrollado teknoCEA, una ‘spin-off’ catalana de la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech (UPC). Se están testeando cinco unidades.
El otro prototipo es un punto de carga móvil y robótico llamado ZiGGY pensado para las cargas en aparcamientos. Lo ha desarrollado EV Safe Charge, una ‘start-up’ californiana que ofrece soluciones para la carga rápida de vehículos.