El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, quiere que los cruceristas de escala que pasan menos de 12 horas en la ciudad paguen más de 4 euros de recargo municipal a la tasa turística. En una entrevista en ‘El País’ este domingo, Collboni dice que ya “tienen estudios” sobre el precio que debería pagar un colectivo que hace, dice, “un uso intensivo del espacio público sin ningún beneficio para la ciudad”. En mayo, el Ayuntamiento aprobó subir el recargo municipal hasta los 4 euros por día (ahora es de 3,25 euros) en todos los alojamientos turísticos, que es el máximo actual permitido. En este sentido, el Consistorio ya instó al Gobierno y al Parlamento a modificar la ley para que la ciudad pueda decidir el importe de este recargo.
El alcalde asegura que la medida no busca evitar que lleguen a la ciudad este tipo de visitantes sino que “paguen lo que vale estar en la ciudad”, y que con el impuesto ayuden a financiar las “inversiones” que se harán en los 15 espacios de gran afluencia turística definidos por el propio Consistorio. “Lo que no queremos es una manera de hacer turismo que entra en contradicción con vivir en la ciudad porque va en detrimento del derecho a la vivienda y expulsa cada día a gente joven de clase media”, reza el socialista.
Por otro lado, Collboni enfría por ahora la eventual reducción del número de cruceros y cruceristas y la supresión de alguna terminal del Puerto, una posibilidad que él mismo adelantó en el mes de mayo, “si fuera necesario”. En relación a las negociaciones con el Puerto de Barcelona sobre un nuevo convenio que lo permita, el alcalde dice que hay que “esperar” a que haya un nuevo Gobierno antes “de abrir negociaciones”.
Pisos turísticos
Preguntado por si el Ayuntamiento tiene alternativas para hacer cumplir el anuncio de no renovar ninguna licencia de los pisos turísticos con la idea de que desaparezcan en el año 2028, en caso de que el Tribunal Constitucional acabara tumbando el Decreto de la Generalitat que lo permite-, Collboni dice que “el plan es blindar jurídicamente la normativa urbanística” y que no contempla que el TC revoque el Decreto. Collboni también ha confirmado que la intención es anular todas las licencias de pisos turísticos en edificios enteros, algunos de ellos en manos del sector hotelero.