Un recluso de 40 años de la cárcel de una ciudad aragonesa de Teruel ha ingerido un teléfono móvil el cual ha estado en su estómago durante ocho días antes de solicitar ayuda al personal penitenciario. Una vez informó a los funcionarios del centro, el hombre fue trasladado de urgencia al hospital Obispo Polanco cuando no logró expulsar el dispositivo por vía natural.
Una vez en el hospital, el hombre se tuvo que someter a una intervención quirúrgica de urgencia. Los motivos por los que ingirió el teléfono móvil no están claros, pero el incidente ha provocado sorpresa en el centro penitenciario.
Actualmente, el preso continúa bajo atención médica en un módulo hospitalario destinado para pacientes provenientes de centros penitenciarios.