La Policía Nacional ha expulsado del estado español a 13 ciudadanos inmigrantes, que contaban con numerosos antecedentes policiales y judiciales por delitos graves, y que actuaban principalmente en Cataluña.
Seis de ellos estaban en el Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) de Barcelona, dos estaban en prisión, uno de ellos cumpliendo condena por homicidio, y los otros cinco fueron arrestados en varios puntos. La mayoría tenían entre 3 y 19 detenciones cada uno.
En el dispositivo de detención, además de unidades de extranjería y fronteras, participaron agentes de las comisarías de Cornellà de Llobregat, Sant Adrià del Besòs, Terrassa, Manresa y Mataró. En total fueron 38 policías y 15 vehículos.
La policía se puso en contacto con los juzgados y los consulados correspondientes para obtener una sustitución de la pena por expulsión o un decreto de expulsión por infracción de la ley de extranjería. Finalmente, fueron expulsados con un vuelo que salió del aeropuerto de Madrid.