La Policía Nacional ha reportado el caso de un entramado criminal que se dedicaba a la venta de cadáveres. Se trata de empleados de una funeraria que, a través de documentos falsificados, retiraban cuerpos de hospitales y residencias para venderlos posteriormente a universidades por su estudio..
La investigación comenzó a principios del año pasado. La retirada irregular de un cadáver de la morgue por parte de una funeraria hizo saltar las alarmas. El difunto esperaba un sepelio de beneficencia abonado por el Ayuntamiento de Valencia, su localidad, pero el cuerpo nunca llegó.
El siguiente caso alarmante fue el de un hombre con un deterioro cognitivo severo que, aparentemente, había autorizado la donación de su cuerpo tres días antes de morir. Se descubrió que esta acción fue propiciada por el grupo criminal a través de engaños. Siguiendo modus operandi como este, de difuntos sin familia o que habían tenido condiciones de vida precarias, los ahora detenidos se embolsaban hasta 1200 euros por cuerpo vendido.
La impunidad continuaba incluso en referencia con las incineraciones. Los investigados practicaban la disección y desmembramiento de los cuerpos para introducirlos en ataúdes de otros difuntos, realizando una cremación conjunta. Esta práctica les permitía evitar los costes de las incineraciones pertinentes y ganar aún más beneficios.
Los agentes de la Policía Nacional detuvieron finalmente en Valencia a dos trabajadores de la funeraria como sospechosos de los delitos de estafa y falsedad documental, junto con los responsables de la entidad.
🚩Desarticulado un entramado criminal relacionado con la venta de cadáveres en #Valencia
🚔Falsificaban #documentación para poder retirar los cuerpos de #hospitales y residencias para venderlos posteriormente a #universidades para su estudio por 1.200💶 cada cadáver pic.twitter.com/NKCZ0L8wfd
— Policía Nacional (@policia) January 29, 2024