La Policía Nacional ha localizado el cuerpo sin vida de José María, el niño de 13 años desaparecido este pasado miércoles por la tarde. Su cuerpo estaba en una zona de matorriones, junto al río, próxima a donde se le vio por última vez.
Profesionales del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del cuerpo armado encontraron el cuerpo del chico hacia las 16:40 h de la tarde del jueves. Estaba en una zona de matorriones dentro del río Guadiana, a su paso por Badajoz, cerca de donde desapareció.
Las autoridades tuvieron que acordonar la zona y proteger el cuerpo del menor debido a la gran afluencia de gente que había en los alrededores, curiosos que seguían el dispositivo de búsqueda del joven. Una vez se hizo el levantamiento del cadáver, se lo trasladó a las instalaciones forenses, donde se le hará la autopsia para saber cuál fue la causa de su muerte.
En el dispositivo de búsqueda han participado agentes de diferentes unidades de la Policía Nacional, la Policía Local de Badajoz, los Bomberos y la Cruz Roja.
Desaparecido mientras se bañaba con unos amigos
El José María desapareció el miércoles mientras se bañaba en el río Guadiana a su paso por Badajoz. El joven de 13 años estaba con unos amigos, que fueron quienes dieron la alarma después de que su amigo no saliera del agua.
Un familiar de la víctima ha explicado que el grupo de jóvenes había ido a bañarse y que, en un momento determinado, el joven no pudo salir del agua. La tarde del día antes también habían ido, “cogieron confianza y volvieron”, asegura el propio familiar.
Dos de sus amigos intentaron ayudarle a salir del agua, pero no pudieron, mientras que dos chicas más que estaban a orillas del río llamaron a los servicios de emergencia.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha recordado que el baño está prohibido en la zona donde han pasado los hechos y que tampoco se puede caminar por encima del azud donde desapareció el chico, una pequeña presa que se construye para frenar el agua en algunos puntos, hacer subir el nivel del río o desviar el agua hacia una acequia próxima.
“La parte en que se forma la cortina de agua, que tiene una altura de tres metros y una longitud de 80, se usa de tobogán y es muy peligroso. No sólo porque hay remolinos, sino porque el río no es una piscina, hay piedras y otros restos. Todo lo que arrastra el Guadiana llega al azud”, explica el comisario de Aguas adjunto de la CHG, Nicolás Cifuentes.
La noticia ha caído como una jarra de agua fría en la zona, especialmente sobre sus familiares, que aún no habían perdido la esperanza de encontrarlo con vida. De hecho, unas horas antes del hallazgo, habían pedido más recursos para ampliar la búsqueda y tener más posibilidades de encontrarlo.