Después de especulaciones de todo tipo, muchas de ellas con un claro sesgo racista, las causas del incomprensible apuñalamiento de Mateo, el niño de 11 años que jugaba un partido de fútbol en el polideportivo de Mocejón (Toledo), empiezan a entreverse.
El único detenido y asesino confeso de Mateo, es un chico de 20 años que veraneaba en el pueblo y que es vecino de Madrid, y según lo que han averiguado los investigadores, tiene un 70% de discapacidad reconocida, provocada por un trastorno mental no especificado.
Pero, con las primeras declaraciones del asesino a los agentes de policía que fueron a detenerlo, pueden dar una explicación psiquiátrica al terrible acto que cometió.
‘HA SIDO MI OTRO YO’
En los primeros interrogatorios al chico que apuñaló mortalmente a Mateo, hasta once veces, el chico asegura que no fue él:“ha sido mi otro yo, ha sido mi copia”, explicó el asesino confeso. “Yo estaba allí, pero yo no he estado”, remachó.
Por estas declaraciones que denotan un claro desdoblamiento de la personalidad, todo hace pensar que el asesino sufría un trastorno mental llamado ‘esquizofrenia paranoide’ y que sufrió un brote psicótico.
Durante un brote psicótico, la persona puede sufrir alucinaciones (ver, escuchar o sentir cosas que no existen) o delirios (creencias falsas o irracionales que no son compartidas por otros).
De estas alucinaciones se llaman delirios paranoides.
Al contrario de lo que pueda parecer, este tipo de brotes son bastante inusuales y la mayoría de afectados por esquizofrenia llevan una vida prácticamente normal con la medicación adecuada.
Este tipo de brotes suelen aparecer cuando no se sigue el tratamiento por un tiempo prolongado y casi nunca acaban de forma tan trágica.
Mateo, que con otros niños se habían colado en el polideportivo para jugar al fútbol, fue la víctima fortuita del chico, no iba a matarlo a él, simplemente estaba en el peor lugar en el peor momento.
Si se demuestra que el asesino sufrió un brote psicótico, será declarado inimputable pero, lo más probable, es que acabe internado en un centro psiquiátrico de alta seguridad.