Las bases de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) han dado su aval a la ponencia política del partido, con un amplio apoyo del 90% de los votos, en una jornada histórica de votación. En total, 692 militantes han dado su apoyo al texto, 24 han votado en contra y 55 han optado por la abstención. Esta aprobación pone de manifiesto la clara voluntad de la organización de consolidar su proyecto interno y externo, especialmente con el objetivo de ganar terreno en el contexto municipal e independentista.
Reforzar el municipalismo y la presencia de ERC en el territorio
Uno de los puntos destacados de la ponencia aprobada es la clara apuesta de ERC por fortalecer su presencia a nivel municipal. En concreto, el partido se marca como objetivo convertirse en la primera fuerza en las elecciones municipales de 2027. Por ello, se plantea una simplificación de la burocracia interna y se potenciará el activismo local. Entre las medidas aprobadas, destaca la incorporación de diez nuevas personas procedentes de los municipios al Consejo Nacional del partido. Estas nuevas incorporaciones incluyen alcaldes, concejales y miembros que no ejerzan cargos ejecutivos, aunque se podrán encontrar en la oposición.
Además, ERC ha acordado que las comarcas del área metropolitana de Barcelona ganen rango de región, equiparándolas a las veguerías, y se flexibilizarán las estructuras locales para adaptarlas mejor a las realidades territoriales. Estas modificaciones quieren facilitar una mayor representatividad territorial y un mejor fortalecimiento de la estructura partidaria.
El independentismo en ERC: un equilibrio entre varias visiones
Una de las cuestiones clave de la ponencia es la visión de ERC sobre el independentismo. La ponencia ha incluido un acuerdo con la corriente interna de Àgora Republicana, encabezada por Joan Tardà, para buscar “un equilibrio” entre las diversas maneras de entender el independentismo dentro del partido. Estos ajustes buscan que diferentes corrientes puedan coexistir de manera armónica dentro de ERC, manteniendo la unidad de acción en la lucha por la república catalana. Oriol López, redactor de la ponencia, ha destacado que el objetivo es que ERC vuelva a ser un espacio interno de debate profundo, para evitar que las divergencias se manifiesten externamente.
Por otro lado, la corriente de Nueva Izquierda Nacional (NEN) también ha sido clave en este debate interno, con una posición firmemente antifascista y contraria a cualquier aliado de extrema derecha. En la rueda de prensa posterior a la votación, la secretaria adjunta de ERC, Arés Tubau, ha subrayado que ERC nunca apoyará acuerdos con la extrema derecha, una postura que se confirma como línea roja para el partido.
Cambios organizativos: más paridad y transparencia interna
Otro elemento destacado de la ponencia es la incorporación de medidas para aumentar la paridad en los órganos de dirección. A partir de ahora, será obligatorio que los equipos de liderazgo sean paritarios, de manera que si el presidente del partido es un hombre, la secretaria general debe ser una mujer, y viceversa. Este compromiso con la igualdad de género también se refleja en la paridad dentro de las diferentes organizaciones territoriales e institucionales.
Además, la ponencia aprobada incluye cambios en la manera de elegir quién presidirá el Consejo Nacional del partido. En un intento de reforzar la democracia interna, a partir del próximo congreso, la presidencia del Consejo Nacional será escogida por toda la militancia. Estos cambios también prevén que quienes hayan ocupado cargos institucionales relevantes, como la presidencia de la Generalitat o la del Parlamento, sean miembros natos del Consejo Nacional.
El catalán como lengua común de los Países Catalanes
Otro punto importante aprobado en la ponencia es la propuesta de reconocer el catalán como lengua única oficial en los Países Catalanes. Esta medida, que ha sido transaccionada con la corriente Foc Nou, refleja la preocupación del partido por el proceso de erosión que el catalán ha sufrido en varios territorios. La ponencia propone que el catalán sea la lengua vehicular en todos los ámbitos administrativos, educativos, culturales y de salud en los Países Catalanes, así como la lengua oficial de la Vall d’Aran.