Un catalán multado por insultar a Felipe VI e instar a “cortarle el cuello”

También recuerda la jurisprudencia de la sala en una sentencia de 2022 en la que se consideró delictiva la expresión “hija de puta” en el contexto de mensajes dirigidos a la entonces presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

“Es más que evidente que Albert B., cuando dijo ‘hijo de puta’ al rey de España y se lamentó por la pérdida de tiempo transcurrido sin cortarle el cuello al jefe del Estado fue mucho más allá de la legítima aportación personal a un debate política sobre la monarquía como forma de estado”, dice el Supremo. El alto tribunal añade que “disentir de las estructuras de estado es legítimo”, y también lo es hacerlo con “actuaciones no compartidas por todos los conciudadanos, como palabras gruesas o mensajes desagradables”, pero añade que “el insulto que nada aporta, que sólo denigra a su destinatario no tiene cobertura constitucional”.

La sala también cree que un debate sobre la condición de “hijo de puta” del rival y sobre el lamento por el tiempo que ha pasado sin “cortarle el cuello” sólo haría que “erosionar de forma irreparable la convivencia”. “No puede considerarse necesario para una sociedad democrática amparar la singular contribución de Albert B. al pluralismo político cuando le dijo ‘hijo de puta’ al rey y se quejó de que todavía nadie le hubiera cortado el cuello”, concluye.

El responsable de la pifia fue condenado a cuatro meses de multa con una cuota diaria de seis euros.