La Policía Nacional ha hecho efectiva la expulsión de España de 20 ciudadanos extranjeros que sumaban más de 200 detenciones policiales y acumulaban numerosos antecedentes policiales y judiciales, en algunos casos por delitos graves, que actuaban en todo el estado pero principalmente en Cataluña. La Unidad Central de Repatriaciones se coordinó con la Brigada policial de extranjería y fronteras de Barcelona, para comunicar que se organizaría un vuelo para repatriar a ciudadanos extranjeros multirreincidentes y de alta peligrosidad. Desde ese momento se llevó a cabo una labor policial y judicial para localizar, documentar y, en los casos que fuera necesario, detener a las veinte personas implicadas.
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La Policía Nacional ha destacado que estas expulsiones suponen una gran coordinación policial, judicial y con los cuerpos consulares, ya que se solicitaron autorizaciones judiciales de las causas que tenían pendientes en los diferentes juzgados y se hicieron los trámites de documentación para que se pudieran hacer efectivos los decretos de expulsión.
Las personas afectadas fueron trasladadas desde el complejo policial de la Zona Franca de Barcelona, en un despliegue que contó con 38 efectivos y 16 vehículos, y se entregaron a la Unidad Central de Repatriaciones en el aeropuerto de Madrid, de donde salió el vuelo preparado.