El Gobierno se ha sumado a quince regiones más con clima mediterráneo de todo el mundo para hacer llegar una declaración conjunta a las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, reunidas en Bakú (Azerbaiyán), que reclama un reconocimiento explícito de las bioregiones mediterráneas para abordar la vulnerabilidad a la que están expuestas ante el cambio climático.
Concretamente, el documento pide que se dirijan recursos y programas especialmente a sus zonas costeras vulnerables y a áreas con estrés hídrico. Esto debería incluir, según los firmantes, financiación para proyectos de adaptación, sistemas de alerta temprana e infraestructuras resilientes al clima.
Las bioregiones firmantes apuntan a que se trata de zonas que se están calentando más rápidamente que la media mundial, lo que las hace vulnerables a catástrofes, como incendios forestales sin precedentes, sequías prolongadas y calor extremo, a la vez que aumenta la recurrencia e intensidad de fenómenos tormentosos violentos, como ha pasado con la dana en el País Valenciano.
Así, dice la declaración, hay que priorizar las medidas de transición justa para garantizar que la acción climática beneficie a todas las comunidades, especialmente a las más vulnerables a los impactos del cambio climático. Al mismo tiempo, piden que se garantice más inversión en investigación específica para las zonas con clima mediterráneo, que permita entender mejor los impactos locales y elaborar políticas basadas en la evidencia.
“Estos desastres son directamente responsables del aumento de la pérdida de vidas, amenazan la salud y la seguridad de las personas, afectan a las economías, dañan infraestructuras clave, amenazan la agricultura, degradan los ecosistemas y destruyen la biodiversidad a un ritmo más elevado que al resto del planeta”, apuntan las bioregiones que firman el documento.
También quieren que se incentive la cooperación entre los gobiernos subestatales con climas mediterráneos para mostrar la singularidad de los impactos del cambio climático y su vínculo con la pérdida de biodiversidad, además de abordar retos climáticos compartidos, como el calor extremo, la escasez de agua, los incendios forestales y el aumento del nivel del mar.
Finalmente, instan a la Convención Marco a tomar “medidas valientes” para limitar el calentamiento global a 1,5 grados, con una transición “rápida” hacia las energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y protección y restauración de los imbornales naturales de carbono.
La directora general de Cambio Climático y Calidad Ambiental, Sonsoles Letang, ha presentado la declaración en representación del Gobierno, como colíder, junto con California, del Partenariado Mediterráneo de Acción Climática (MCAP). El partenariado se creó durante la COP28 que se celebró en Dubai (Emiratos Árabes).
Aparte de Cataluña, forman parte Australia Meridional (Australia), Baja California Sur (México), Biobio (Chile), California (EE.UU.), Emília-Romanya (Italia), Marruecos Oriental (Marruecos), Nueva Gales del Sur (Australia), Occitania (Francia), Rabat-Salé-Kenitra (Marruecos), Región de Grecia Central, (Grecia), Región Sur (Francia), Santiago (Chile), Tánger-Tetuán-Al Hoceïma (Marruecos), Victoria (Australia) y Cabo Occidental (Sudáfrica).