La seguridad en las carreteras continúa evolucionando gracias a la incorporación de la inteligencia artificial (IA), una tecnología que está demostrando ser fundamental para reducir la siniestralidad. En Cataluña, las autoridades ya están implementando varias pruebas de sistemas automatizados para mejorar la seguridad vial.
En este contexto, el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) anunció recientemente la prueba de un radar con IA en la AP-7, entre El Vendrell y Granollers, que ya ha mostrado una efectividad del 95%, según informó el director de Tráfico, Ramon Lamiel. Este sistema detecta el riesgo de accidentes a partir de la velocidad, comportamientos de conducción peligrosos y otras variables en tiempo real.
Pero si en Cataluña ya se trabaja en la implementación de la IA en el control del tráfico, en el Reino Unido se han dado pasos más ambiciosos. En las carreteras británicas, el sistema de radar ‘Heads-Up’, ya ha sido probado con éxito. Estos radares no sólo miden la velocidad, sino que también detectan conductas peligrosas como el uso del móvil, la falta de cinturón de seguridad, las infracciones de semáforos en rojo, entre otros. La capacidad de estos radares de analizar múltiples infracciones simultáneamente ha permitido detectar hasta 750 infracciones en pocas horas, con una precisión de menos del 3% de error, según el medio británico The Sun.
Los resultados de su implementación también han sido remarcables, con una reducción de la siniestralidad de hasta un 18% en Australia, tal y como ha informado Telecinco. En solo tres días de funcionamiento, aestos nuevos radares impusieron 300 multas, lo que demuestra la alta eficacia de la IA en la detección de infracciones.
A pesar de los avances internacionales, en España la Dirección General de Tráfico (DGT) aún no ha implementado estos nuevos radares con IA. Sin embargo, el camino hacia su adopción parece claro, ya que las pruebas con cámaras inteligentes ya se están realizando en Cataluña y en el País Vasco, donde estas cámaras pueden detectar infracciones como el uso del móvil, la falta de cinturón y el salto de semáforos.