Varios municipios de Cataluña han emitido una alerta sobre una nueva modalidad de estafa que afecta a los conductores. Se ha detectado la colocación de falsas multas de tráfico en vehículos estacionados en la vía pública. Estos avisos fraudulentas, que intentan imitar las sanciones oficiales, incluyen un código QR que, al ser escaneado, puede comprometer la seguridad de los datos del teléfono móvil de la víctima.
¿Cómo funciona la estafa?
Los avisos fraudulentos imitan las multas de tráfico tradicionales, pero no incluyen detalles específicos como la matrícula del vehículo o el lugar exacto de la infracción, información que suele aparecer en las multas auténticas, como las emitidas por aparcar sin ticket de zona azul. Estos avisos genéricos simplemente indican: “Vehículo en infracción. Usted se ha estacionado mal. Para ver su multa escanee el código QR”.
Este tipo de fraude, conocido como “quishing”, aprovecha los códigos QR para redirigir a las víctimas a páginas web maliciosas o para descargar aplicaciones fraudulentas que permiten a los estafadores tomar el control del dispositivo, incluso clonándolo. La técnica no es nueva, pero ha ganado fuerza con la popularización de los códigos QR tras la pandemia. Estos códigos se utilizan en restaurantes, comercios y aparcamientos, pero también son vulnerables a manipulaciones, lo que facilita las estafas.
Un caso reciente ha puesto en evidencia los peligros de esta práctica: una mujer perdió más de 1.000 euros tras escanear un código QR fraudulento en un aparcamiento, donde los estafadores cubrieron un código legítimo con uno falso que la redirigió a una página de fraude.