Un dispositivo de acogida al servicio de las personas

El pasado 2 de junio, desde la Paeria, hemos activado el dispositivo de acogida para personas llegadas en el marco de la campaña agraria. Un año más, Lleida actúa como centro de llegada de personas que buscan trabajo en la actividad económica principal del territorio y de la que debemos sentirnos orgullosos.

Muchas, la gran mayoría, de estas personas tienen asegurada el trabajo y el alojamiento durante la campaña, pero para algunas de ellas, no es así.

Es por este motivo que abrimos las puertas del Pabellón 3 de Fira de Lleida, pero lo hacemos con una mirada que va mucho más allá de ofrecer un techo. Cada persona que llega a nuestra ciudad lleva con ella una historia, unas necesidades y, sobre todo, unos derechos que tenemos la obligación de garantizar como ciudad, como territorio y como sociedad.

Este año, este equipamiento incorpora varias mejoras fruto del trabajo compartido con entidades, instituciones y profesionales que cada verano hacen posible una acogida digna y organizada. Hemos incorporado más profesionales al dispositivo, más seguimiento en la calle, hemos participado activamente en ampliar la cobertura con el alojamiento de Seròs, hemos establecido criterios que prioricen la vulnerabilidad así como medidas para facilitar el acceso a viviendas y continuamos implementando redes con información útil para los llegados.

Ciertamente, la campaña agraria es una realidad compleja que genera retos laborales, sociales, sanitarios e incluso legales. La respuesta que debemos dar implica poner en marcha un espacio que oriente, que acoja y que derive a las personas a recursos donde se atiendan sus necesidades, especialmente de las personas con mayor vulnerabilidad.

Este dispositivo no es solo una acción del ámbito social, es también una acción de ciudad. Tiene que ver con el modelo de convivencia que queremos, con cómo garantizamos los derechos básicos y con qué valores defendemos como institución. Y por ello, como Ayuntamiento, seguiremos colaborando y reivindicando implicación de todas las administraciones. Especialmente para generar cambio en un momento esperanzador como el actual en materia de extranjería y cooperación entre administraciones.

El futuro debe construirse a partir de una mejor coordinación con los diferentes agentes, tanto el tejido empresarial, sindicatos y las entidades sociales para que, la Paeria junto con las otras administraciones implicadas, puedan generar una red territorial que cubra con dignidad las necesidades de las personas llegadas. Pero sobre todo, hay que avanzar hacia un modelo que permita a estas personas transitar de la dependencia de una cobertura asistencial a la incorporación plena en el sistema laboral, con los derechos y oportunidades que ello conlleva.

Porque reconocemos la importancia de la campaña en nuestras tierras, porque reconocemos el trabajo esencial que hacen las personas temporeras en nuestros campos y, como debe ser, también reconocimiento de que la atención a cualquier persona es un deber porque este trabajo no puede ir desvinculado de un trato digno, de una coordinación institucional seria y de una mirada de derechos humanos.

La campaña agraria pone a prueba, cada año, nuestra capacidad como ciudad de responder a situaciones complejas con inteligencia colectiva y compromiso institucional. El dispositivo de acogida no es un recurso excepcional, sino parte de lo que define una Lleida preparada para afrontar retos estructurales desde el respeto a los derechos, la responsabilidad compartida y la voluntad de construir un modelo de convivencia sólido. Continuar mejorándolo no es sólo una tarea de gestión, sino una apuesta clara por el futuro: por una ciudad que entiende que cuidar a las personas que llegan también es cuidar el territorio y su proyecto colectivo.