Lleida pone en marcha 650 nuevas plazas de aparcamiento de zona azul y verde

Lleida activará este lunes 650 nuevas plazas reguladas con parquímetro en varias calles donde hasta ahora se aparcaba de franco. En concreto, la Paeria ha pintado 290 nuevas plazas de zona azul dentro de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el centro histórico y unas 360 plazas de zona verde —más económicas y de baja rotación— en torno a Juego de la Bola, Ronda y el hospital Santa María. Además, la Paeria ha transformado de zona azul a verde 336 plazas situadas fuera de la ZBE.

El gobierno municipal defiende que la medida no tiene afán recaudatorio y quiere favorecer la rotación de vehículos y la movilidad sostenible, mientras trabajadores y vecinos de Juego de la Bola consideran que las nuevas plazas son una “imposición” y un “abuso”, y reclaman más inversiones en el barrio.

 

Aparcar gratis en el centro de Lleida, misión imposible

Aparcar gratuitamente en el centro de Lleida será más complicado a partir de este lunes con la incorporación de más de medio millar de nuevas plazas de aparcamiento reguladas con parquímetro. La concejala de Movilidad de la Patria, Cristina Morón, lo enmarca en “un cambio profundo” en la movilidad con el fin de avanzar hacia “una ciudad saludable, más sostenible y más justa”, y porque “la movilidad es una de las principales fuentes de comunicación urbana y el coche privado no puede ser el protagonista de nuestras calles”.

El gobierno local defiende que ha hecho un «rediseño» de los espacios de aparcamiento con el fin de favorecer el acceso al centro de la ciudad sin tener que hacer uso del vehículo privado y fomentando el impulso del transporte público. «Por primera vez implantamos un modelo de movilidad que se asimila al “park and ride”, creamos nuevas zonas verdes de baja rotación alrededor de la ZBE, ponemos en marcha abonos mensuales para los residentes a 45 euros y con 10 viajes de autobús gratuito, y premiamos a los vehículos menos contaminantes», argumenta Morón.

En el marco de esta estrategia, la ciudad de Lleida dispondrá de 1.265 plazas de zona verde de aparcamiento: 568 que ya existían, 336 que eran zona azul y ahora serán más baratas, y 361 nuevas en la zona frontera de la ZBE “para que la ciudadanía aparque y se pueda desplazar por el centro de la ciudad en autobús o a pie”. Los precios van de los 70 céntimos/hora para los vehículos sin etiqueta ambiental, hasta los 50 céntimos para los de etiqueta cero.

En paralelo, la Paeria ha pintado 290 nuevas plazas de zona azul dentro de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), en lugares como la ronda de la Seu Vella o en torno a la calle del Camp de Mart. “La ampliación se ha hecho para acabar de pintar algunas calles donde faltaban tramos por señalizar y porque queremos evitar el acceso en coche a la ZBE. La zona azul es una herramienta muy útil para garantizar la rotación de vehículos y evitar la congestión en ciertas zonas”, defiende la concejala de Movilidad.

 

Críticas en la zona de Juego de la Bola

Las nuevas plazas de aparcamiento regulado de zona verde en calles como Joc de la Bola, Segrià o Segovia han topado con la oposición de vecinos y trabajadores de la zona. Según la concejala Morón, “el sector comercial nos había hecho esta petición para agilizar la rotación de vehículos” y el gobierno cree que esto promueve “la dinamización comercial y que más personas de fuera puedan aparcar”.

Varios comerciantes consultados por la ACN lo corroboran y ven bien la medida en clave de negocio. “Los clientes se detenían un momento en doble fila porque les era imposible encontrar un lugar para aparcar frente a la tienda y, cuando salían, se encontraban que el vehículo que lee las matrículas con cámaras les había puesto una multa de 200 euros. Hemos perdido muchos clientes por este motivo”, asegura un tendero.

Por su parte, la asociación de vecinos de Juego de la Bola lamenta que no ha recibido ninguna comunicación formal de la Patria y exige “más diálogo, más inversión y ninguna medida impuesta con arbitrariedad”. Según la entidad, el gobierno del PSC pone de excusa que esta era una demanda del pequeño comercio del barrio “para esconder otras intenciones” con la activación de 361 nuevas plazas de pago en la zona.

Uno de los colectivos más perjudicados es el de las personas que trabajan en el barrio y, hasta ahora, aparcaban de franco en la calle. “Yo trabajo mañana y tarde, y aparcar me supondrá mucho dinero cada día. Además, vengo de un pueblo y no puedo optar al abono para residentes. Tendré que dejar el coche allí donde pueda. Si es necesario, en el Campo de Deportes”, asegura la Silvia.

Otro trabajador del barrio, Xavier, lamenta que la ciudad “ya parece Barcelona” porque se ha llenado de zona azul. “Mucho pagar, muchos impuestos y muchas multas, pero de servicios, pocos”, se queja. En su caso, añade que no entiende la medida porque se trata de una zona residencial, “donde hay casas y cuatro comercios donde la gente compra y marcha”, y “no es como la calle Mayor”.

David, un vecino de Almacelles que aguarda una oficina bancaria en la zona, se queja de que “siempre estamos pagando y me parece un abuso total”. También la Naima, que lleva a sus hijos a la escuela del barrio, se opone a pagar por aparcar. Además, algunos vecinos y trabajadores también temen que el gran parking subterráneo del hipermercado Carrefour que hay en la zona pase a ser de acceso restringido o de pago.

 

Digitalización del control de las reservas de estacionamiento de carga y descarga

Además, este lunes también entrará en funcionamiento el nuevo sistema de control digitalizado de las reservas de estacionamiento de carga y descarga. Así, los usuarios podrán aparcar mediante una app que se relaciona con una plataforma que permitirá a la Paeria controlar el tiempo que estacionan los vehículos y su tipología, de la misma manera que lo hace con el sistema actual de zona azul.

El ámbito de aplicación inicial serán las zonas de carga y descarga situadas en el centro histórico, rambla de Ferran-Estació, una parte de Institutos-Templarios y una parte de Príncipe de Viana-Clot. Estas zonas suponen 470 plazas de vehículos repartidas en 168 espacios, las cuales se han repintado y se ha colocado nueva señalización vertical.

 

La Paeria “no tiene en agenda” pintar zona azul en los parkings de Campo de Deportes y Barrios Norte

Por su parte, la concejala de Movilidad de la Paeria, Cristina Morón, señala que “de momento no tenemos en agenda regular los aparcamientos de los solares de Barrios Norte y el Campo de Deportes”, pero que esperan tomar este año una decisión sobre el aparcamiento de la plaza de la Guingata. En este caso, la Paeria quiere que sólo puedan aparcar los visitantes de la colina de La Seu Vella y deje de funcionar como un aparcamiento disuasivo en medio del conjunto histórico y, también, dentro de la ZBE.

Precisamente, la Paeria mantiene la previsión de que la ZBE en el centro histórico empiece a multar a partir del 1 de julio a los vehículos sin etiqueta ambiental o que accedan a la zona restringida sin autorización. Durante el mes de junio, la Paeria asegura que se está llevando a cabo un periodo de prueba y se ha puesto en marcha la web y la plataforma que permite tramitar las exenciones.

 

La Paeria ve “necesaria” una línea de autobús nocturno

En cuanto al transporte público, Morón señala que la Paeria ha sacado a licitación un estudio para analizar la red y el servicio de autobús urbano con el objetivo de revisar rutas, frecuencias, horarios y paradas. “Hace mucho tiempo que no se hace una modificación del sistema y de las líneas, y ahora creemos que es el momento idóneo”, defiende.

La regidora recuerda que la prórroga de dos años a la concesionaria Moventis vencerá a finales de año, aunque “seguramente la tendremos que ampliar y ya de cara al próximo año empezaremos a aplicar todos los cambios”. La previsión de la Paeria es que el estudio de la red de autobuses esté “cerrado” en el último trimestre del año y que los cambios se implementen durante 2026.

Una de las grandes novedades, según Morón, será que “el servicio de buses de Lleida probablemente tendrá que tener una línea de autobús nocturno”. La regidora constata que “es una necesidad” por la actividad que también hay en la ciudad durante las noches, y no solo durante los fines de semana, sino también “entre semana”, asegura. Con todo, Morón insiste en que la decisión no está tomada.