Encuentran 35 tumbas del alto medieval en la iglesia vieja de Santa Cristina de Aro

Las 35 tumbas que se están analizando y documentando en Santa Cristina de Aro presentan diferentes estados de preservación, seguramente por los componentes ácidos del terreno. En algunos casos todavía se pueden identificar restos óseos y hay cuerpos con posiciones forzadas. Había la intención de sobreelevar la cabeza. Además, las investigaciones arqueológicas han podido demostrar que hay restos de otros huesos, lo que demuestra que reutilizaban las tumbas para otros cuerpos.

En una de las tumbas hay cubierta de losas y en el interior se ha encontrado el cuerpo de un niño que se habría enterrado con un cuerpo de un adulto. Destaca las dimensiones de la tumba, que mide 2,2 metros de longitud. Los arqueólogos apuntan que esto podría deberse a que tenían que adaptar esta tumba para hacer entrar los dos cuerpos.

Sin embargo, tras analizar el fémur de los restos adultos, se ha comprobado que el individuo habría medido entre 1,8 y 1,85 metros de altura, un hito excepcional en esta época histórica sobre todo debido a las deficiencias nutricionales y de salud. Debido a la altura, los investigadores creen que habría sido el condicionante para hacer una tumba más grande de lo habitual.

La alta densidad de tumbas que se han encontrado en el exterior de la cabecera de la iglesia demuestra que había un objetivo para enterrarse cerca de la parte más sagrada del templo y disfrutar de privilegios religiosos después de la muerte. Además, los estudios han relacionado esta iglesia vieja con una zona habitada próxima a Santa Cristina de Aro. De hecho, se han detectado restos de un horno debajo de dos tumbas. Esto podría certificar los orígenes del primer poblamiento que tuvo la iglesia paleocristiana de Santa Cristina.

Un templo que quedó en desuso a partir del siglo X, cuando se trasladó toda la actividad a la iglesia de origen románico que hay en funcionamiento hoy en día.