Detenido un profesor de religión acusado de abusar de niños de 4 años

Un profesor de religión ha sido detenido por la Policía Nacional en un municipio de Valencia porque presuntamente habría agredido sexualmente a media docena de niños de una misma clase de Educación Infantil.

Los abusos, de momento, están circunscritos a un mismo colegio de un municipio de L’Horta que Levante-EMV no revela para preservar la identidad de los niños y las familias, y evitar una revictimización de los pequeños.

El pasado 4 de octubre una madre fue a la escuela muy exaltada para denunciar que el profesor de religión estaba abusando del hijo de cuatro años. La mujer se basaba en que la tarde anterior, estando en su domicilio, el niño hacía una especie de juego de imitación con varios ninots de superhéroes, a los que puso los nombres de dos compañeros de clase y un maestro, el de religión.

Al figurar que este último besaba a otro, la madre se alertó y le preguntó. El pequeño le respondió que esta persona, usando su nombre de pila, “pinchaba” porque le hacía pitos, en alusión a un bigote o una barba mal afeitados.

DENUNCIA EN LA ESCUELA

La mujer, alertada, estuvo al día siguiente por la mañana en la escuela, donde se entrevistó con la directora. El colegio puso en marcha el protocolo de abusos sexuales de la Consejería de Educación, según han explicado fuentes del centro, apartando al docente y dando cuenta a la Fiscalía de Menores. Fuentes cercanas al mismo, sin embargo, aseguran que el acusado está de baja desde el lunes siguiente a esta primera denuncia verbal.

El lunes, 7 de octubre, la madre, fuera de sí, fue de nuevo al centro escolar, esta vez acompañada del padre del menor y, ante lo que ella ha entendido como una falta de respuesta inmediata del colegio, se puso en la puerta principal de la escuela y a gritos conminó a cada padre o madre que llegaba a que no dejaran a sus hijos, ya que había un pederasta entre el profesorado.

La directora y la jefa de estudios intentaron apaciguarla, y la mujer, en plena crisis nerviosa, acabó lanzando amenazas graves, lo que hizo que alguien llamara al 112 y acudieran patrullas de la comisaría de Policía Nacional de ese municipio.

SEIS CASOS INVESTIGADOS

Una vez tranquilizada, la mujer regresó a su casa y, al día siguiente, recuperada la serenidad, denunció los hechos en esa misma comisaría, la unidad de atención de la familia y del menor (UFAM) abrió una investigación.

En su denuncia, la madre reiteró los términos expresados verbalmente a la directora del centro y aportó los nombres de dos niños más de su clase que podrían estar sufriendo violencia sexual, los mismos que su hijo había usado con los ninots.

En ambos casos, los padres han confirmado que, a preguntas suyas, los niñoshan relatado diferentes hechos y episodios que indicarían la existencia de agresiones sexuales, y que hasta ahora no habían revelado por vergüenza.

Hasta ahora los menores, todos ellos de la misma clase de Infantil, habrían relatado hechos que ratificarían la comisión del delito, por lo que los responsables de la investigación han dado el paso y han detenido este jueves en su domicilio al presunto agresor sexual.

En el registro, han explorado in situ los ordenadores y otros dispositivos electrónicos susceptibles de almacenar archivos y han optado por llevárselos para proceder a su vuelco y posterior análisis, como ha ordenado el juzgado competente en esta causa, que busca posibles fotos o vídeos de carácter pedófilo.

“DEMASIADO AFECTUOSO”

Las víctimas relatan actitudes “demasiado afectuosas” con niños a los que ni siquiera da clase, lo que ha generado aún más indignación entre las familias, ya que estos delitos sexuales investigados se habrían producido cuando el docente bajo sospecha se habría adueñado de los niños fuera de los espacios comunes.

El juez solicitará que las psicólogas del Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia fijen una fecha para que los niños puedan ser sometidos a una exploración.

Estas sesiones son grabadas y constituyen por sí mismas una prueba preconstituida de cara al juicio, lo que evita a los menores la revictimización que se produce al tener que ir después al juzgado.