Josep Ferrer Sala, copresidente de honor de Freixenet e impulsor de la internacionalización de las cavas ha fallecido a los 99 años. Así lo ha comunicado la compañía originaria de Sant Sadurní d’Anoia con un comunicado este miércoles.
Nacido en 1925 en la capital del Alt Penedès y miembro de la segunda generación de la familia fundadora, Ferrer trabajó en la compañía durante más de 70 años llegando y se convirtió en el “máximo artífice” de Freixenet y situando a la marca como líder mundial del cava.
El empresario contribuyó a modernizar e internacionalizar la marca, cogiendo el relevo de la generación anterior, relanzando la empresa tras la guerra civil.
“Josep Ferrer deja una huella imbrable en la historia de Freixenet, la marca creada en 1914 por sus padres, Pere Ferrer Bosch y Dolors Sala Vivé, en Sant Sadurní d’Anoia”, destaca la compañía.
Según relatan, la entrada de Josep Ferrer en la empresa en 1947 fue el inicio de una “nueva etapa para la compañía”, de la que en 1959 asumió la dirección general y en 1978 fue nombrado presidente de Freixenet.
Entre los hitos más importantes conseguidos bajo su liderazgo, destaca la modernización del área de producción, la ampliación de la bodega, el impulso en las ventas y, especialmente, la expansión internacional.
Ferrer también consiguió que el cava Freixenet llegara a ser el más vendido del mundo, con Carta Nevada como producto estrella. La cavista subraya que otra de sus mayores ganancias fue el impulso de la publicidad de Freixenet.
Freixenet se convirtió en referente de la comunicación en España gracias a los anuncios de las Bombolles Freixenet acompañadas de destacados famosos nacionales e internacionales.
Además, fue un “gran mecenas”, destacando la colaboración con el Liceo o el Palau de la Música y el club de hockey CE Noia Freixenet, entre otros.
A pesar de estar retirado del día a día de la empresa desde 1999, Josep Ferrer -nombrado presidente de honor de Freixenet- nunca abandonó la compañía ya que continuó formando parte del Consell de Savis junto a sus hermanas. En 2018 tuvo un importante rol en la alianza entre Henkell y Freixenet.
Freixenet lamenta profundamente su pérdida y desde el afecto y la admiración transmite el más sentido condolencia a la familia. “Todos los que hemos tenido la suerte de poder trabajar cerca de él lloramos hoy su ausencia, pero nos sentimos muy orgullosos del legado que nos ha dejado”, afirman.