OPINIÓN: El mundo al revés

En estos primeros meses de gobierno parecía que este ayuntamiento hubiera mordido la manzana prohibida, y que fuera responsable de todos los males de Cambrils y alrededores. Ha habido un cambio de gobierno y algunos han puesto los servicios de la ciudad de cabeza para abajo. Lo que era de color de rosa, aquel que gobernaba y decía a todo que sí. Pues en un mes todo ha dejado de funcionar.

Parecía que el Ayuntamiento no escuchara a nadie de un día a otro, los funcionarios no hicieran su trabajo o la burocracia se hubiera extendido por todas partes. Quien ayer era bueno, se convenía en malo en este gobierno.

Agujeros inmensos aparecían en 24 h en el pavimento de nuestras calles y plazas. El al quite quedó surcado de arrugas nada más constituirse el nuevo gobierno igual que grandes raíces de árbol habían levantado el al quite por los bordes.

La basura salía por las calles, el olor era insoportable y la limpieza solo se hacía una vez a la semana. Había sido un cambio radical. De una corporación a otra, en pocos días, Cambrils pasó de capital gastronómica a la ciudad del Mediterráneo, según algunos.

Hemos escuchado como la ciudad estaba dejada de la mano de Diez, nada funcionaba, todo era roto especialmente las aceras con los adoquines levantados, los parques estaban descuidados, los pinos llenos de orugas, los arroyos ahogados de cañas, las playas sucias cuando había un temporal.

La falta de aparcamiento se había convertido de ayer a hoy en el principal problema de Cambrils, como si el periodo de invierno tuviera necesidad. Se pedían responsabilidades sobre lo que pudiera pasar en la zona portuaria, competencia de la Generalitat.

Ante esta desgracia algunos vecinos provenientes básicamente de algunas AAVV se levantaron con movilizaciones y críticas que fueron acompañadas por los partidos de la oposición. Muchas de estas opiniones eran libres y sinceras, pero algunas podrían haberse visto manipuladas, precisamente por el gobierno anterior. El cual había dejado de gobernar hacía unos meses .

Los hoyos no se hacen en un día, ni la limpieza ni la basura se derrochan en un mes, los paneles no se levantan por arte de magia, las raíces crecen lentamente, y el firme de las calles llevan muchos años sin mantenimiento.

Algo pasa en Cambrils. El Ayuntamiento es un desastre y grieta todo lo que toca. Y todas estas acusaciones las cantan los que no taparon agujeros, ni arreglado aceras y adoquines, ni actuar hacia los árboles que dañan las calles. El mundo al revés.

 

Miguel Ángel Díaz