El concierto de las fiestas de Misericòrdia de Reus que acabó en asesinato

Estos días ha comenzado en la Audiencia Provincial de Tarragona el juicio contra dos hombres que están acusados de matar a otro durante un concierto que se celebró en la céntrica plaza del Mercadal de Reus en el marco de las fiestas de la madre de Dios de Misericordia. Según recoge la ACN, la Fiscalía ha pedido 16 años de prisión para los acusados por un delito de asesinato con traición.

Los hechos ocurrieron el 29 de septiembre de 2023 durante un concierto en la plaza del Mercadal de la capital del Baix Camp, donde dos hombres discutieron con un tercero. Poco después, los acusados agredieron al otro hombre, de 47 años.

La víctima, que se encontraba bajo los efectos del alcohol y no pudo defenderse, recibió varias puntadas de pie en el cuerpo y en la cabeza y acabó siendo ingresado en el hospital con politraumatismos. Su estado empeoró con el paso de las horas y, finalmente, la madrugada del 1 de octubre murió por un choque hemorrágico.

La Policía detuvo a dos personas, dos hombres, relacionadas con los hechos y que ahora están acusados de un delito de asesinato con traición por el que la Fiscalía pide una pena de 16 años de prisión y una indemnización de 230.000 euros para los familiares de la víctima: 50.000 euros para cada uno de sus tres hijos, 20.000 euros a su ex mujer y 10.000 € para cada uno de sus seis hermanos. Los dos acusados han estado en prisión provisional desde octubre de 2023.

Según la acusación pública, la víctima había bebido y presentaba un nivel de alcohol en sangre de 0,64 gramos por litro. Este hecho le impedía poder defenderse de los golpes que recibió, un hecho que los agresores habrían aprovechado de manera totalmente intencionada y consciente para matarlo.

La defensa de uno de los acusados ha pedido eximirlo, ya que presenta un grado reconocido de discapacidad del 70% y un diagnóstico de trastorno por consumo de sustancias tóxicas, psicosis reactiva a tóxicos y un trastorno inespecífico de la personalidad. Todo ello alteró “entre leve y moderadamente sus capacidades volitivas”. Además, indica al jurado popular que el hombre es huérfano desde los 10 años y que cayó al mundo de las drogas de muy joven.

El letrado también ha solicitado que se valore que ha colaborado con la investigación policial y judicial “desde el primer momento”. “Demostraremos que el día de los hechos tenía anuladas total o parcialmente sus capacidades”, ha dicho.

Por su parte, la defensa del otro acusado ha pedido su absolución porque considera que no hay suficientes elementos para acusarlo de los hechos. Por el contrario, la acusación particular, en cambio, pide una pena más alta: 20 años de prisión para ambos y una indemnización de 137.000 euros.